Daniel Arroyo sobre la Asignación Universal por Hijo
En esta oportunidad, presentamos un artículo, publicado el día de ayer por el diario Tiempo Argentino sobre el aniversario del lanzamiento de la Asignación Universal por Hijo. En dicho artículo
se pueden encontrar las reflexiones de Daniel Arroyo acerca de la evolución de la misma en estos años.
A tres años de su lanzamiento, la AUH brinda cobertura a 3,5 millones de chicos
Fue lanzada oficialmente por la presidenta Cristina Fernández el 28 de octubre de 2009. Cubre necesidades de niños
y adolescentes que anteriormente no tenían ningún tipo de protección social. Reconocimiento local e internacional.
La Asignación Universal por Hijo (AUH) cumplió ayer tres años desde su
implementación durante el primer gobierno de la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner. Se trata de una política social que actualmente
protege –según cifras oficiales– a más de 3,5 millones de chicos y
adolescentes y que alcanza a 1,8 millones de hogares a lo largo de todo
el territorio nacional.
"La Asignación Universal permitió alcanzar un histórico piso de
protección social en nuestro país y se convirtió en la medida más
inclusiva de los últimos 50 años", sostuvo ayer el titular de la
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Diego Bossio.
El 12 de septiembre pasado el gobierno anunció un aumento del 25,9% en
las asignaciones por hijo, que pasaron de 270 a 340 pesos. "Si el Estado
hace un esfuerzo en momentos de crisis global, de caída de actividad
económica, lo hace precisamente para sostener a los sectores de mayor
vulnerabilidad", aseguró la presidenta durante el anuncio oficial.
Dicho aumento significa casi 2 puntos del PBI, hablando únicamente de
Asignación Universal por Hijo, del régimen de asignaciones familiares
por embarazo y de las no contributivas por discapacidad, que pasaron de
1080 pesos a 1200 pesos.
¿Cómo se financia? La AUH se financia con aportes y contribuciones de la
ANSES, recaudación del Impuesto sobre los Bienes Personales no
incorporados al Proceso Económico, los recursos adicionales que
anualmente fije el Congreso de la Nación en la Ley de Presupuesto,
intereses, multas y recargos, y rentas provenientes de inversiones.
Asimismo, se prevé financiamiento de la rentabilidad anual obtenida del
Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA).
Según recordó Bossio, la medida significó la ampliación de las
asignaciones familiares a los menores de 18 años de padres desempleados,
monotributistas sociales, trabajadores del servicio doméstico o del
mercado informal.
Cuando comenzó a implementarse en noviembre de 2009, constaba de una
paga mensual de 180 pesos por hijo; en octubre de 2010 pasó a 220 pesos y
en octubre del año pasado se ubicó en 270 pesos.
La tercera actualización realizada el mes pasado es la más alta, con un
aumento del 25,9% que alcanza, actualmente, los 340 pesos por hijo y los
1200 pesos por cada hijo con discapacidad.
Para la ANSES, la implementación de la medida fue "una tarea titánica"
–según recuerda Bossio– ya que el organismo "vivió una transformación
muy fuerte para poder hacer frente" a la puesta en marcha de la
iniciativa.
Considerada como la principal política en materia social de América
latina, la implementación de la AUH cosechó un respaldo inédito a nivel
local desde la oposición y elogios a nivel internacional desde
organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Según el especialista Bernardo Kliksberg, asesor principal de Naciones
Unidas en temas de pobreza y desigualdad, la AUH es la mayor inversión
en política social que se haya hecho en política internacional. El
experto aseguró que se trata del mayor porcentaje de recursos destinado
en este tipo de planes en el mundo, en términos de Producto Bruto. "La
primera conclusión, es que permitió incorporar a 140 mil niños pobres a
la escuela. La segunda, es que bajaron fuertemente las tasas de
ausentismo en las escuelas. Y, la tercera, el programa logró reactivar
totalmente las relaciones de los padres con las escuelas, algo que antes
resultaba más característico de las clases medias altas y altas",
explicó Kliksberg.
En la misma sintonía se expresó Daniel Arroyo, ex ministro de Desarrollo
Social de la provincia de Buenos Aires. "En primer lugar, claramente,
se igualan derechos. Es decir, en Argentina, una familia que tiene hijos
menores de 18 años y tiene trabajo formal cobra salario familiar, quien
no lo tiene cobra Asignación Universal por Hijo. Todavía falta, es
necesario más, pero claramente lo primero es que iguala derecho. De
tanto sostenerlo se va convirtiendo en un nuevo derecho en la Argentina:
que las familias con hijos menores de 18 años tienen una base de
arranque de ingresos", explicó. El segundo efecto, para Arroyo, tiene
que ver con el "derrame sobre la economía local porque claramente todo
va al consumo". Por último, Arroyo resalta el impacto en los sectores
más pobres en cuanto a la planificación de la economía familiar. "Se
genera un piso de arranque para los sectores más pobres, que arrancan de
un piso más arriba. La AUH 'mensualiza' la cabeza de las personas. Una
familia que tiene dificultades, que hace changas, que la lleva como
puede, está en el día 2 y sabe que el 10 cobra, es decir, tiene un punto
de llegada. Puede que la asignación no le alcance, se le complique con
dificultades, pero sin lugar a dudas tiene un punto de llegada. A
diferencia de 2001, que había crisis y no había ningún horizonte por
delante, hoy sí lo hay, tal día la familia cobra. No le resuelve todos
los problemas pero llega a un punto", explicó.