viernes, 29 de junio de 2012

Disertación sobre la situación social en Argentina y la RSE






El próximo lunes 2 de Julio a las 18.30hs en el Auditorio de la Colección Fortabat, se llevará a cabo la presentación del Informa Anual correspondien al año 2011 de Responsabilidad Social de MAPFRE Argentina.

En dicha presentación, el Lic. Daniel Arroyo desarollará la disertación titulada "La Situación Social en Argentina y la RSE: Desafíos y Propuestas para los Próximos Años".

La Fundación Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat se encuentra en Olga Cossettini 141, Dique 4, Puerto Madero Este. Durante la presentación se entregará a cada asistente un ejemplar del informe.

Presentación del libro "Las Cuatro Argentinas" en Tandil


En el marco de la Feria del Libro organizada por la Universidad de Tandil se presentará el libro "Las Cuatro Argentinas" escrito por Daniel Arroyo. Se llevará a cabo en el mes de agosto, en lugar y fecha a confirmar.

El libro propone ideas y caminos para lograr una sociedad integrada a partir del estudio y de la experiencia del licenciado en Ciencia Política y ex viceministro de Desarrollo Social de la Nación. Parte de la idea de que nos encontramos frente a una nueva estructura social, a otras formas de organización y movilización y, principalmente, que nuestro país no tiene una sociedad, sino, al menos, cuatro realidades diferentes.

El lector podrá ver como los diferentes sectores sociales (pobreza estructural, sectores vulnerables, clase media y clase alta) tienen dinámicas, modos de vida, relacionamientos con el Estado e intereses diferentes y, en algunos casos, contrapuestos.

El libro no se queda en la mera descripción y en la caracterización de la realidad que se vive en estas cuatro Argentinas. Se atreve a plantear ideas y caminos para que en la segunda década del siglo XXI logremos una sociedad integrada.


jueves, 28 de junio de 2012

Siete desafíos para reducir la desigualdad en Argentina

Por Daniel Arroyo


Luego de la crisis de 2001, la Argentina ha tenido una década de crecimiento económico con tasas cercanas al 8% anual. Sin embargo, esta situación no impactó en todos los argentinos de la misma manera y continuamos con una estructura social muy desigual: la diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre es hoy de 22 a 1.

En los últimos tiempos el Estado puso en marcha políticas sociales con una orientación más amplia, como la Asignación Universal por Hijo. También se produjo una mejora en la infraestructura básica. Sin duda, los más pobres se encuentran mejor que durante los años noventa, aunque conceptualmente tienen las mismas dificultades. La educación aún no es la vía para generar una movilidad social ascendente que permita entrar en el mundo del trabajo. De allí que uno de los grandes desafíos para el Estado sea lograr remplazar la asistencia por mecanismos que permitan generar empleo y auto-ingreso.

El primer desafío pasa por resolver el problema de pobreza estructural. Lograr que todos los habitantes del país tengan piso de material y servicios básicos. Para ello, es necesario establecer una fuerte política de inversión en infraestructura, con recursos permanentes para las áreas sociales y generar políticas focalizadas en las zonas del NOA, NEA y el conurbano bonaerense. Eliminar los bolsones de pobreza extrema, que actualmente alcanzan cerca del 12%, no parece un reto tan complejo si tenemos en cuenta el sostenido crecimiento económico y los recursos con que cuenta el Estado.

El segundo eje radica en la distribución territorial del país. Tenemos dos tipos de desequilibrio. Uno vinculado a la concentración de ciudadanos en un espacio territorial reducido: el conurbano bonaerense. En el área metropolitana, que representa el 1% del territorio nacional, vive casi 1/3 de la población argentina. Esto implica un importante problema económico para lograr crecimiento y también para generar políticas sociales buscando mejorar el sector. El segundo tipo de desequilibrio, tiene que ver con la necesidad de pautar metas para cada región: poblar la Patagonia; generar un fondo especial para favorecer el NOA y el NEA; acompañar determinadas actividades productivas y reequilibrar la relación de Buenos Aires con el interior.

El tercer punto requiere el establecimiento de un plan estratégico de desarrollo. Es decir, definir si será un país agroindustrial; más industrial que de producción primaria o un país de servicios. Es claro que necesitamos un plan de desarrollo que establezca con claridad el rol que va a tener la minería, la soja, los recursos naturales, las cadenas productivas, entre otros temas y actividades que requieren definiciones inmediatas. Esta definición debe conjugarse no sólo con un esquema de financiamiento sino también, con un sistema de educación que acompañe y vincule esas actividades. También con el apoyo a aquellas cadenas productivas que generan empleo para los sectores con menos oportunidades de acceso al mercado laboral.

El cuarto desafío determina la necesidad de atender el trabajo informal y apuntar a generar un mercado de trabajo en el que lo formal sea un punto clave, la regulación estatal sea un elemento significativo y la masificación del crédito alcance al mundo del cuentapropismo y la economía social. Si continuamos con un mercado de trabajo de dos velocidades (formal e informal) va a ser difícil achicar las brechas sociales.

Los contenidos en la escuela secundaria y la calidad educativa en general requieren una especial atención. Ése debe ser el quinto reto social del país de cara al final de esta década. Los logros de haber destinado más del 6% del PBI a la educación, la entrega de netbooks y el aumento de alumnos en las escuelas secundarias por la Asignación Universal por Hijo marcan los nuevos desafíos. Hacen falta más escuelas secundarias e inversión, como también equilibrar los niveles de conocimiento, de tecnología e infraestructura entre la escuela pública y la privada. Los chicos que cursan en una escuela privada, muchas veces, aprenden contenidos diferentes a los de la escuela pública. Las desigualdades se manifiestan en la infraestructura, la cantidad de horas de clase y las herramientas a las que acceden para estudiar.

El sexto reto se refiere a la reestructuración del sistema de salud. La atención primaria atraviesa una fuerte dificultad y es que, toda la red de hospitales –que, sin duda, ha mejorado debido a que se invirtió en infraestructura- está siendo utilizada por la población como atención primaria y secundaria. Esto implica que una persona, ante cualquier eventualidad, no va a la salita de su barrio, sino que se dirige Hospital. Ello provoca una sobrecarga, una saturación y colapso en la atención de pacientes.

Finalmente, el séptimo eje apunta al mejoramiento de las condiciones de vida en los ejes menos visibles: comunidades aborígenes, personas con discapacidad, violencia de género y trata de personas. Es decir, junto con los programas universales, debemos avanzar en acciones focalizadas en los grupos que tienen sus derechos vulnerados.

Argentina es un país con talento, capacitación, casi treinta años de democracia, un territorio vasto y recursos naturales. Es un país con porvenir. Depende de nosotros lograr una sociedad más inclusiva, más integrada en esta década. El contexto internacional, más allá de los vaivenes actuales, parece darnos una nueva oportunidad. No la podemos desaprovechar. 

miércoles, 27 de junio de 2012

Próximas presentaciones del libro "Las Cuatro Argentinas"






El día martes 24 de Julio se llevará a cabo la presentación en la ciudad de Saenz Peña, Chaco. Organizado por la Escuela de Gobierno de la Provincia del Chaco.

En Agosto, se realizará la presentación en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. Organizada por la Universidad Católica Argentina y la Asociación de Licenciados en Ciencia Política y Relaciones Internacionales (ALPRIER)

martes, 26 de junio de 2012

La problemática para el desarrollo social argentino con jóvenes sin escuelas ni trabajo

El siguiente video fue filmado por x-más tv en base a la disertación de Daniel Arroyo en el marco del VII Foro Anual de la Cámara Empresarial de Entre Ríos (CEER)




Son unos 900.000 jóvenes entre 16 y 24 años que no estudian ni trabajan y presentan un serio problema para el desarrollo del paí­s en el futuro inmediato. La palabra del Presidente de Poder Ciudadano, dando algunas pautas de solución.

viernes, 22 de junio de 2012

Sustentabilidad, RSE y cadenas productivas en Argentina

Articulo publicado en la revista Visión Sustentable
por Daniel Arroyo

Pese a los claros avances registrados en los últimos años en la lucha contra la pobreza y a exclusión en la Argentina, la escala de los problemas requiere que el desarrollo social no pueda ser considerado sólo como un instrumento del Estado, sino que necesita del apoyo de todos los actores de la sociedad.

Para ser realmente eficientes y tener verdadera incidencia territorial, las políticas sociales y de desarrollo local deben ser el resultado de la interacción entre el Estado, las empresas y las organizaciones de la sociedad civil. Por eso, resulta fundamental contar con el compromiso, la participación y la colaboración de todos los actores, con sus diversos recursos y la diversidad de sus puntos de vista.

La Responsabilidad Social Empresaria ha evidenciado un gran crecimiento en los últimos años, con mayor presencia del actor privado en la perspectiva de la inclusión social. Haciendo un análisis de lo ocurrido en las últimas décadas, se pueden observar tres grandes etapas. La primera etapa se vivió hasta el 2001, cuando no había una experiencia de intervención estructurada, sino compromisos aislados de algunas empresas, acompañando el desarrollo de las comunidades locales. La segunda, luego de la crisis de 2001, permite registrar que muchas empresas adoptan de forma efectiva y eficiente el esquema de la RSE. Es una etapa caracterizada por la asistencia y el apoyo directo para intervenir ante la emergencia y la magnitud de la crisis que vivía la Argentina por esos años.

En la tercera etapa, que comienza hacia 2007 y vivimos en este momento, las empresas comienzan a trabajar sobre la promoción; y, básicamente, se centran en el otorgamiento de becas, microcréditos y capacitación laboral. Es en este momento cuando este enfoque empieza a tener impacto, contribuyendo de manera significativa en trasformar la realidad.

En este esquema, se abren nuevos desafíos para la RSE en la Argentina, que pasan por lograr sustentabilidad en las acciones encaradas; el apoyo a las organizaciones que tienen legitimidad; y la experiencia de trabajo en las comunidades. En la Argentina hay ochenta mil organizaciones sociales, y uno de los desafíos del sector empresario es apoyarlas con financiamiento y capacitación. En ese sentido, es clave el rol de la inversión social privada no sólo en la creación de nuevos empleos sino, fundamentalmente, en el apoyo técnico y financiero a los pequeños y medianos emprendedores.

“El objetivo es eliminar las viejas dicotomías agro-industria, Estado-Mercado, economía formal-informal, con una visión de desarrollo que cree mecanismos decisorios con el consenso de la mayoría de los sectores, teniendo como objetivo la construcción de una sociedad integrada…Si trabajan de forma conjunta, podemos llegar sin pobreza ni indigencia a la Argentina del 2020.”


Entre los problemas principales que tienen los sectores empobrecidos se destaca, en primer lugar, el retraso tecnológico. Es decir, personas que realizan actividades productivas o de servicios que tienen, en general, maquinarias obsoletas. En segundo lugar, y como consecuencia de la problemática anterior, existe también una falta de capacitación, ya que dicho retraso tecnológico no le permite utilizar las herramientas y maquinarias actuales. Y en tercer lugar, el sector informal en la Argentina carece de vínculo con el sector privado a través de cadenas de producción reales.

Esta situación genera que un sector social importante de la población tenga dificultades de inserción en el mercado laboral actual. Hay un núcleo importante de personas del sector informal de la economía vinculadas “al mundo” del trabajo pero a partir de la precariedad. Pueden destacarse en este sentido, oficios varios (pintores, albañiles, plomeros, herreros, etc.) como también pequeños emprendedores que realizan alguna actividad de tipo productiva (textil, alimenticia, etc.). De todos modos, es un sector con dificultades para mantener una continuidad, previsión social, salud y condiciones regulares de trabajo.

En este contexto, debe entenderse el rol de la RSE como un instrumento para mantener enlaces horizontales y transversales entre la economía formal y social, y a su vez, realizar un acertado diagnóstico acerca de las características de la economía de la zona, los potenciales recursos materiales y humanos ociosos de la misma. Así, los mecanismos que pueden incorporarse a la RSE son los siguientes: la conformación de cadenas productivas, la incorporación de proveedores, la asistencia técnica y la capacitación.

Las cadenas productivas que articulan el sector privado y la economía social inciden directamente en la elaboración de un producto final. Muchas actividades serán más efectivas y menos costosas si se realizan en forma asociativa, logrando de esta manera optimizar las estructuras de costos individuales y las capacidades de innovación productiva, para mantener el posicionamiento competitivo en el mercado e impacto socioproductivo. Así, la RSE se hermana con la idea de la densidad productiva, la generación de valor agregado y la inversión genuina.

El segundo elemento a visualizar es la posibilidad de otro tipo de articulación económica a través de las cadenas de proveedores. Estas permiten a los emprendedores vincularse a la economía a través de su inserción como proveedores de bienes y servicios para el sector privado. Esta simbiosis puede “estandarizar” la producción, la calidad, la comercialización y permitirles a los emprendedores la adaptación a nuevas tecnologías, como así también, la diversificación de la oferta y el mejor aprovechamiento de los recursos físicos y humanos disponibles, con miras a aprovechar la demanda que solicita el sector privado.

Un último aspecto relevante es la capacitación y asistencia técnica por parte de las empresas. El objetivo es que el sector privado pueda aportar apoyo técnico que potencie la capacidad de los diferentes emprendedores. Muchos cuentan sólo con su propia capacidad de trabajo, así el resultado se ve reducido por la escasa formación general sobre el sostenimiento y organización de una actividad productiva. Otros, en cambio, cuentan tal vez con bienes o insumos, pero necesitan mejorar su situación, optimizando sus canales de producción y/o comercialización.

También puede formar a los emprendedores acerca de temas generales relacionados con la producción económica y su comercialización, orientando la actividad hacia el conocimiento de la cadena de valores de los productos, al aprovechamiento en forma comunitaria de los recursos e insumos existentes, al mejoramiento de la organización y coordinación de los grupos humanos para la producción en escala, como así también hacia cuestiones legales e impositivas que posibiliten la comercialización en circuitos comerciales formales.

En definitiva, el objetivo es eliminar las viejas dicotomías agro-industria, Estado-Mercado, economía formal-informal, con una visión de desarrollo que cree mecanismos decisorios con el consenso de la mayoría de los sectores, teniendo como objetivo la construcción de una sociedad integrada. Si el Estado, la sociedad civil y el empresariado trabajan de forma conjunta, podemos llegar sin pobreza ni indigencia a la Argentina del 2020.

En Santiago del Estero

El próximo miercoles 27 de junio, Daniel Arroyo asistirá a Santiago del Estero. El motivo será, por un lado, continuar con el dictado del Curso de Posgrado:“La Situación Social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas” organizado por la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

Por otro lado, dará comienzo al curso "El desarrollo local y los instrumentos de planificación" orientado a responsables de las agencias de desarrollo.

En cuanto al curso de posgrado, en esta ocasión se desarollarán los Modulos 3 y 4. Con los siguientes contenidos temáticos:

Módulo 3: Las formas de movilización y participación comunitaria. Las nuevas formas de acción colectiva. Los nuevos movimientos de protesta. Sus características, potencialidades y límites. La relación de la nueva protesta con la intervención política y las instituciones. De la idea de “nuevos movimientos sociales” al esquema de organización de los desocupados. La pérdida de peso de las organizaciones de la sociedad civil frente al aumento de recursos estatales en América Latina. Las nuevas formas de organización: por territorio, por temas o demandas y por grupos de interés. Las nuevas interacciones entre lo político y lo social: los vínculos entre los movimientos sociales, los actores sindicales y la política partidaria. El debate en torno al concepto de ciudadanía en los ’90 y en la actualidad.

Módulo 4: Los paradigmas predominantes en la gestión del Estado. De la centralidad de los planes alimentarios al debate en torno a lo socioproductivo. La tensión entre “focalización” y “universalidad”. Los cambios en la mirada sobre el rol de los programas de transferencia de renta. La emergencia de programas “masivos” en América Latina. Sus límites en la incidencia sobre la distribución. La evolución de las líneas de trabajo en torno al desarrollo local y la economía social: sus límites para incidir sobre el empleo. El debate en torno al clientelismo en los ’90 y en los 2000: nuevos actores, más recursos estatales y nueva tensión social.

jueves, 21 de junio de 2012

Charla debate "La Situación Social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas” en Coronda


Fundación Integrar San Jerónimo, con el auspicio del Senador Provincial Danilo Capitani y el Bloque de Concejales Justicialistas del Concejo Deliberante de Coronda fueron responsables de la organización de la charla debate “La Situación Social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas” a cargo del Licenciado Daniel Arroyo.

La misma se llevará a cabo en la localidad de Coronda el lunes 25 de junio a las 19 hs.

La entrada al evento es libre y gratuita.

martes, 19 de junio de 2012

¿Qué hacer con los chicos que cometen delitos ?



Por Daniel Arroyo

Ex ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires


De todos los problemas sociales que tiene nuestro país, nos encontramos con un drama social de proporciones que da cuenta de 900.000 jóvenes de 16 a 24 años que en Argentina no estudian ni trabajan. Se trata de situaciones complicadas con un ciclo en donde un chico en el Conurbano Bonaerense se encuentra hacinado en la casa (duerme mucha gente en un cuarto, hay mucha gente en el lugar, no tiene espacio, no tiene lugar); se va a la esquina porque en la esquina está mejor que en la casa, porque en la esquina hay más luz, hay más aire, hay más espacio. En la esquina empieza a consumir porque quién no consume y, especialmente, el que no consume paco, es un pibe que está raleado, es el chico que está fuera de todo; cuando empieza a consumir, no sólo tiene un problema de salud y un problema de adicción; comienza a tener un problema de endeudamiento, se endeuda, empieza a necesitar plata; se complica fuertemente con el tema de la droga, especialmente con el paco que es una droga altamente adictiva y se endeuda rápidamente. Y, cuando se endeuda, se le acerca una persona a ofrecerle alguna alternativa para cancelar esa deuda. Ese ciclo es de seis meses en el Conurbano Bonaerense y los Grandes Centros Urbanos en nuestro país.

Ese ciclo que comienza con un joven que estaba hacinado en la casa y no sabía qué hacer, que se fue a la esquina y está complicado y endeudado, son seis meses. Se completa, luego, con una parte importante de la dirigencia política y los medios de comunicación marcándolo con el dedito y diciendo “Éstos son los pibes causantes de inseguridad; hay robo e inseguridad porque éstos son los pibes causantes de la inseguridad” y lo que hacemos es, básicamente, poner contra las cuerdas a los pibes que no saben qué hacer en la Argentina. O porque no tienen nada que hacer o porque entran en marzo a la escuela y se van en abril, en mayo, antes que les llegue el monto de la beca que les llega en agosto o porque, claramente, enganchan un trabajo que era de $ 650.- pero en realidad, les dan $ 450.- y cuando llegó con la motito de un lado a otro, resultó ser que le descontaron las 2 porciones que se comió en el medio y entonces, le quedan $ 220.- y la cuenta que saca ese joven es que no le sirve el trabajo porque cambia la plata y porque a los que se vinculan a otras cosas en el barrio les va mejor que a los que trabajan.

Esto quiere decir que los jóvenes que cometen delitos son sólo víctimas?; qué no hay que hacer nada?; que con prevención solamente se resuelve el problema? NO. Hay muchos para modificar y trabajar con los pibes que cometen delitos sin caer en frases hechas y sin creer que la discusión es, sólo, cuál es la edad en la que son imputables por los delitos cometidos. Pero, vale la pena, analizar cuál es el contexto en el que se mueven los jóvenes en Argentina para tener una mirada más integral, que evite tanto la idea de que todo se resuelve con nuevas leyes o que la cuestión pasa exclusivamente por más educación.

Los recientes hechos de inseguridad han reflotado el debate sobre la edad de imputabilidad como en su momento sucedió con los asesinatos de tres jóvenes en Bariloche, la ola de suicidios adolescentes en Rosario de la Frontera o en diversos casos.

Parece importante en esta cuestión, separar la paja del trigo:

· Los jóvenes que cometen delitos no son mayoría en el mundo de la delincuencia. Hay jóvenes, pero también hay adultos, altos, bajos, gordos, flacos, mujeres, hombres que cometen delitos. Suponer que los jóvenes son los que cometen más delitos es un error grave que no marca ninguna estadística real. El problema de la inseguridad es generalizado.

· Los jóvenes sí, cometen delitos más violentos, más impactantes y con acciones más mediáticas. No establecen relación y pueden terminar de la peor manera por un par de zapatillas o por $20, eso es en parte producto de las adicciones y también por la idea de que no hay futuro y que en el corto plazo la vida de ellos mismos se va a terminar.

· Es claro que hace falta un sistema de responsabilidad penal juvenil, con jueces y defensores especializados en jóvenes para los que cometen delitos graves. Este sistema debe darle garantías al joven y debe permitirle al juez enviarlo a un instituto cerrado si ha cometido un delito que determine esa situación.

· La cuestión de los delitos graves da cuenta de dos situaciones, a la vez: a) el chico que mata o roba generalmente tiene un mayor detrás y una red de corrupción que usa a los jóvenes. Si no se desbarata esa red, la cosa no va a cambiar; b) la otra cuestión es a dónde va un chico que cometió un delito.

· Los Institutos se encuentran colapsados, abarrotados de chicos que no pueden salir al patio y que usan el aula como una celda más porque no hay otro lugar. El problema hoy de los institutos es el hacinamiento (el mismo que da origen al conflicto social en los grandes centros urbanos). Si no avanzamos en la construcción xde institutos de 24 chicos, con escuela adentro, capacitación laboral y máquinas y herramientas que puedan llevarse para trabajar luego, la reinserción pasa a ser sólo una palabra vacía que no tiene ninguna condición real para efectivizarse.

Es necesario, de este modo, un plan masivo que ponga el acento en la inclusión de los jóvenes y que, además de incluir los programas de becas y apoyo económico que ya se están llevando adelante en la Argentina, incorpore también una red de tutores creíbles para los jóvenes.

En relación al sistema laboral, el problema de los jóvenes no es entender qué tarea deben realizar, sino mantener una rutina laboral de ocho horas, cuando muchos no han visto ni a su padre ni a su abuelo trabajar.

Los jóvenes sólo creen en aquellos a quienes ven cotidianamente y no respetan tanto a las instituciones como sí a algunas personas específicas: la maestra que tiene buena onda, algún pibe de la esquina, algún referente vecinal, algún técnico de club de barrio. Hay que potenciar una red de tutores para los jóvenes a los que sientan que no tienen que fallarles, y que puedan ayudarlos a sostenerse en su tarea laboral o en la escuela.

La tarea de la política no parece ser, precisamente, señalarlos con el dedo y echarles la culpa de la inseguridad sino, en todo caso, brindarles oportunidades para que puedan terminar la escuela secundaria y consigan un trabajo decente. La solución de este problema es central para saber qué país queremos para los próximos años.

lunes, 18 de junio de 2012

Los nuevos desafíos de la cuestión social


El siguiente artículo fue escrito para Rio+20


 
Por Daniel Arroyo*
 
12/06/2012


América Latina experimentó un importante crecimiento sostenido en la última década, que provocó una sustancial mejora en los indicadores sociales de cada uno de los países de la región. Pero, esta mirada general sobre las mejoras sociales debe complementarse con un análisis más riguroso acerca de qué nuevos conflictos y tensiones se presentan. Ese balance nos permitirá diseñar políticas más precisas para luchar contra la pobreza y la desigualdad, que aún afecta a muchos latinoamericanos.

En el período 2002-2007, la región tuvo un crecimiento sostenido del PBI, y que permitió una mejora en los indicadores sociales de pobreza e indigencia. No obstante, a partir de la crisis financiera internacional de 2008, el aumento de los precios de los alimentos, el incremento de la inflación y factores propios de las coyunturas nacionales hicieron que esta tendencia se moderara.

En cuanto a la magnitud de la pobreza, Argentina y Chile se encontrarían en un primer grupo con bajos o moderados niveles de pobreza. Brasil también logró descender los indicadores de pobreza, lo que permite ubicarlo dentro de los países con nivel medio bajo de pobreza. Pero, el problema más grave allí es la desigualdad persistente en el tiempo. Similar es el caso de México, que se destaca por los graves problemas de pobreza rural y de desigualdad. El nivel más alto de pobreza lo tienen Perú, Colombia y Ecuador, cuyos indicadores de pobreza varían entre 40 y 55 por ciento del total poblacional, como específico en el trabajo “Tendencias de los sistemas de protección social en América Latina”, publicado en 2010.

La región sigue siendo una de las más desiguales del mundo, lo que afecta el acceso a condiciones dignas de bienestar y de ciudadanía de una gran parte de la población de los países. Si bien en la última década se corrobora cierta tendencia a la mejora de la distribución del ingreso, se trata de una reducción muy poco significativa que no modifica los patrones de distribución regional, claramente inequitativos. Estas desigualdades operan en el acceso a los servicios básicos como salud y educación y a la inclusión laboral de las personas, que afecta, en especial, a los sectores pobres y de la juventud.

América Latina es una región con territorios vastos, muchos recursos naturales, talento y más de dos décadas de ejercicio de la democracia, es una región con porvenir. Depende de nosotros la posibilidad de tener sociedades más integradas en 2020. El contexto internacional, más allá de los vaivenes actuales, parece darnos una nueva oportunidad. No la podemos desaprovechar.



Desarrollo social

De esta forma, se presentan una serie de desafíos clave para los próximos años:

1. Las políticas sociales deberán poner el foco en la inclusión de los jóvenes y a la problemática en torno a su inserción y a los ejes de seguridad, trabajo y educación. Hacen falta planes masivos destinados a la capacitación y el ingreso de los jóvenes al mundo laboral, con una red extendida de tutorías.

2. En los grandes centros urbanos es donde se concentran la gran mayoría de los pobres en estos países de América Latina. Establecer miradas específicas sobre estas realidades, integrando las dimensiones de atención social, infraestructura básica, intervención policial, mercado informal de trabajo y poder judicial es una de las tareas pendientes que tiene la política social.

3. El núcleo del problema está en la desigualdad en la medida en que estos procesos achicaron la pobreza pero no redujeron de manera significativa la brecha entre los más ricos y los más pobres. Es fuente de tensión y de violencia en la medida en que genera privación relativa (brecha entre las expectativas de consumo y los ingresos reales). Hacen falta instrumentos económicos para modificar esta situación, más allá de políticas universales que puedan dotar de recursos a la población más pobre. Pareciera necesario incorporarles propuestas más estructurales en lo referido a la política económica vinculadas con procesos de reforma impositiva y análisis en torno a los sistemas tributarios en estos países.

4. El microcrédito aparece claramente como una política de reducción de la pobreza para estos países en la medida en que a los pobres que trabajan les falta esencialmente capital para renovar maquinarias y tecnologías y dar un salto de escala en el proceso productivo. El crecimiento económico que podría impactar sobre estos países en los próximos años da una oportunidad de poner en marcha políticas de este estilo en escala y muy masivas.

5. Finalmente, se observaron avances desiguales en estos países respecto de los esquemas participativos, y no se han podido consolidar mecanismos institucionales permanentes de trabajo conjunto entre Estado y sociedad civil. Con el dabate hoy instalado acerca de la universalidad y con la necesidad de descentralizar fondos de estados nacionales que concentran en exceso, reaparece la necesidad de promover instancias locales de participación comunitaria.

*Daniel Arroyo es presidente de Poder Ciudadano y ex Viceministro de Desarrollo de la Nación Argentina.

viernes, 15 de junio de 2012

Conferencia en el marco del VII Foro Anual del CEER


El 21 de Junio se llevará a cabo el VII Foro Anual Institucionalidad Competitividad y Desarrollo Sustentable del Consejo Empresario de Entre Ríos (CEER) en Maran Suites y Towers, Paraná, Entre Ríos.

Contará con la participación de Bernardo Kosacoff, Daniel Arroyo, Alieto Gaudagni, Jorge Colina, Alvaro Gabás, Martín Redrado, Bernardo Toro y Julio María Sanguinetti.

Por su parte, Daniel Arroyo realizará una disertación bajo el título de "La situación social en Argentina: diagnósticos y propuestas para los próximos años" a las 10.45hs.



jueves, 14 de junio de 2012

Es necesario capitalizar a los sectores pobres



Por Daniel Arroyo

El contexto internacional no ofrecerá una situación tan favorable para la economía argentina durante los próximos años, pero el posicionamiento de nuestro país sigue teniendo buenas perspectivas. Los mercados de China, India y Brasil continuarán, aunque con menor ritmo, demandando bienes que nuestro país produce. Este contexto nos brinda la posibilidad de producir cambios estructurales sobre la realidad social del país.

La pobreza en la Argentina es un problema de mayorías y está directamente vinculado a la falta de ingresos. En los últimos años, se está generando una compleja relación entre pobreza y endeudamiento. Especialmente en los grandes centros urbanos, la gente se está endeudando a tasas muy altas por las fuertes dificultades que tiene para acceder al crédito bancario. La única posibilidad para los sectores pobres es tomar un “crédito fácil” o “crédito ya”, que exige como único requisito presentar la fotocopia del documento. Pero son préstamos que, en muchos casos, encubren tasas que superan el 100% anual. Y cuando el deudor no puede pagar, se les ofrece reprogramar el pago con intereses aún más elevados.

En el país hay cuatro millones de personas que se encuentran en esa situación. Se trata de cuentapropistas y pequeños emprendedores que trabajan en condiciones precarias y no pueden a acceder a créditos dentro del sistema bancario porque no cuentan con garantías. Cuentan con tecnología atrasada y, por tanto, interactúan mal con el mercado.

Las entidades financieras públicas han puesto en marcha en los últimos años diversos programas destinados a capitalizar a los sectores pobres. El aporte estatal permite bajar las tasas a porcentajes razonables y absorber los altos costos de la operatoria del microcrédito, que requiere de oficiales de cuenta que no sólo cobren las cuotas en el territorio, sino que también acompañen y asesoren a los emprendedores.

Los programas se destacan por su bajo nivel de morosidad, que llegan a menos del 3% sobre el capital vencido. Estos indicadores encuentran, al menos, dos explicaciones posibles. Por un lado, los sectores pobres asumen la palabra empeñada. Por otro, como es su única fuente de financiamiento, pagan en tiempo y forma para volver a tomar otro préstamo. El hecho de que sea un banco -público o privado- el que les brinde el crédito genera un incentivo intangible aunque muy relevante: las personas sienten que hay una entidad financiera que confía en ellos.

Se estima que este tipo de microcréditos vinculados al Estado llegan a doscientas mil personas. Pero hay 3,8 millones que no acceden a crédito “oficial” y en ese universo están los que se endeudan a tasas usurarias. Es necesario dar un salto de escala y avanzar en la masificación de los sistemas de microcréditos existentes, para que logren llegar a esos casi 4 millones de cuentapropistas.

La masificación de los sistemas de microcréditos y el debate acerca de cuál es el rol del sector financiero parece fundamental para reducir los niveles de vulnerabilidad social. Los avances en los últimos años han sido realmente importantes tanto del sector financiero como de las áreas sociales pero resulta importante establecer mecanismos para masificar el crédito a los que no tiene garantías y, junto con ellos, encarar una red de seguimiento que acompañe a los pequeños emprendedores.

El problema del desempleo no sólo se mejora con microcrédito, sino también con mecanismo de acompañamiento y capacitación laboral. En este aspecto también ha habido avances importantes. Lo que viene es el debate acerca de cuáles son los sectores estratégicos en los que habría que generar mecanismos de incentivos para que los sectores de baja calificación consigan trabajo.

Son muchos los sectores productivos que mejoran el PBI en Argentina pero son pocos los que llegan hasta la punta de la cadena, es decir los que incorporan a los jóvenes que no tiene secundaria completa. La construcción, el textil, la metalmecánica, el calzado, las curtiembres generan movimiento y permiten incluir a estos sectores. De allí, la necesidad de que con la masificación del microcrédito se generen mecanismo de incentivos para el desarrollo de estas actividades.

martes, 12 de junio de 2012

La inclusión de los jóvenes es la prioridad


El debate acerca del número de jóvenes que no estudian, no trabajan o lo hacen en condiciones precarias (1,5 millones, 900 mil o 400 mil según quién los cuente) no debe hacernos perder de vista el punto central: la inclusión de los jóvenes es el desafío más importante que tenemos en materia social y es la prioridad en donde debemos volcar todos los esfuerzos.
Se trata de la vida de jóvenes 16 a 24 años que muchas veces están sin hacer nada, o que entran y salen del trabajo y de la escuela con mucha frecuencia. Es decir, no logran sostenerse ni en el sistema laboral ni en el sistema educativo. Si bien es un hecho que trasciende nuestro país (un estudio reciente de la ONU revela que el desempleo juvenil general triplica al de los adultos), en nuestro caso esta situación tiene características particulares.

Los jóvenes argentinos no tienen problemas para realizar la tarea en sí misma sino para poder seguir la rutina del trabajo. El problema no es entender cómo hacer la tarea, sino poder sostener el ritmo e ir a trabajar todos los días ocho horas. Esto es así por varias razones, entre ellas que muchos no han visto trabajar ni a sus padres ni a sus abuelos o los han visto trabajar en condiciones informales. Muchos jóvenes sienten que ese esfuerzo no vale, tienen baja autoestima, están desmotivados o discriminados en su propio barrio.
La misma situación se traslada al sistema educativo, en donde el gran desafío es sostenerse, mantener el ritmo, no caerse. Por eso es necesaria una reforma que revise los objetivos de la escuela secundaria y del nivel terciario y los ponga en línea con los sectores productivos y los intereses que tienen jóvenes que se adaptan mucho más rápido a la actual dinámica de nuestras sociedades. Esta situación hace que la abulia y la sensación de desenganche con la escuela suceda tanto en lo jóvenes pobres como en los de clase media.
El hacinamiento y las adicciones son otros dos graves problemas: el ciclo que suele repetirse en los grandes centros urbanos es el de un chico que comienza estando hacinado en su casa, se va a la esquina porque hay más lugar para estar y mejores condiciones, ahí empieza a consumir porque todos lo hacen y luego se endeuda. Y en ese momento es cuando muchas veces se le acerca una persona a ofrecerle cualquier alternativa para cancelar su deuda. Esta es una realidad de la que muchos son víctimas y que se completa con la estigmatización de una parte de la sociedad que tiende a identificarlos como los culpables de la inseguridad.

El Estado ha comenzado a dar respuestas con algunas acciones significativas como la Asignación Universal por Hijo y los Programas Más y Mejor Trabajo para jóvenes y Conectar Igualdad. El sector privado ha hecho lo suyo con el financiamiento de más de 10 mil becas educativas el año pasado y las organizaciones sociales han extendido redes vinculadas con el acompañamiento escolar y la capacitación laboral.
Sin embargo, queda claro que el problema es de una escala mayor a la respuesta que estamos dando y que se requieren nuevos instrumentos, muchos recursos, articulación de acciones y considerar a la inclusión de los jóvenes como una política de Estado.

De allí la necesidad de avanzar en algunas líneas:
1 - Fondo de Inclusión Joven. Siendo la prioridad, se podría crear un fondo significativo con recursos estatales y aportes del sector privado para concentrar allí el financiamiento de proyectos tanto para poner en marcha actividades productivas, culturales y de servicios como educativas y de apoyo a organizaciones sociales que trabajen con jóvenes. Se trata de contar con recursos económicos en escala y concentrados para atender al grupo social más crítico.
2 – Red de tutores. Es clave generar una red de tutores no tanto por instituciones sino por algunas personas específicas, alguna maestra que tiene buena llegada, algún pibe de la esquina, un referente vecinal o religioso, un técnico de club de barrio. Se trata de potenciar una red de tutores creíbles para los jóvenes a los que sientan que no tienen que fallarles, y que puedan ayudarlos a sostenerse en su tarea laboral o en la escuela. La tarea del tutor es acompañar, no sólo “contener”, sino apuntar a crear espacios en donde puedan recibir capacitación y entrenamiento en función de su perfil y sus preferencias.
3 - Derecho al primer empleo. Una política central para lo laboral es promover el derecho al primer empleo a través de exenciones impositivas a las actividades productivas que incorporen masivamente a jóvenes. Podría ser considerado un derecho y debería actuar como una política laboral permanente de estímulo fiscal a las empresas que contraten formalmente a jóvenes. Se trata de un esquema que seguramente provoca debate, pero que se enmarca en la idea de que hoy los jóvenes no entran masivamente en el mercado de trabajo y que hay que generar políticas que fuercen esta situación.
4 – Masificación del microcrédito. La mayor parte de los jóvenes no accede al crédito bancario por falta de garantías, por no tener casa o no tener auto. La masificación de los sistemas de créditos con montos pequeños apuntarían a favorecer la vocación emprendedora, potenciar el desarrollo de innovaciones productivas y tecnológicas y, también generar líneas para arreglo y mejora de viviendas. El desafío es llegar con tasas de interés subsidiadas para jóvenes que tengan buenos proyectos, apostar a la calidad de sus ideas y a proyectos que sean sustentables. Sólo será posible ver efectiva la prioridad en los jóvenes cuando quede claro que tienen financiamiento accesible para mejorar su presente y construir su propio futuro.
5 – Calificación de escuelas de oficios locales. Facilitar la inserción laboral de los jóvenes supone trabajar paralelamente los problemas de oferta y de demanda de mano de obra, que en su conjunto moldean el desempleo juvenil y el trabajo precario. La conformación de escuelas de capacitación o de oficios puede ser una alternativa muy importante para la inserción social de muchos jóvenes en la economía social ya que se trata de una formación dinámica, flexible y vinculada a la producción local.

La idea de que los jóvenes son el futuro es un buen concepto en la medida en que potenciemos lo que existe y demos un salto hoy. Encarar acciones que realmente tengan impacto sobre la vida cotidiana, aumenten la autoestima, la vocación emprendedora y recuperen el sentido del esfuerzo y la búsqueda del progreso personal y familiar. La Argentina del futuro empieza ahora, invertir en los jóvenes es invertir en desarrollo.
En el 2013 cumpliremos 30 años continuos de democracia y, sin dudas, la mejor forma de fortalecerla será dando pasos sustantivos en esta línea. Es ahora el momento de hacerlo, todos tenemos que sentirnos convocados, tenemos que dar vuelta la situación y tomar a la inclusión de los jóvenes como una prioridad real. Si no lo hacemos en este contexto de crecimiento económico, ¿cuándo?

lunes, 11 de junio de 2012

Siete desafíos para reducir la desigualdad en Argentina



Por Daniel Arroyo


Luego de la crisis de 2001, la Argentina ha tenido una década de crecimiento económico con tasas cercanas al 8% anual. Sin embargo, esta situación no impactó en todos los argentinos de la misma manera y continuamos con una estructura social muy desigual: la diferencia de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre es hoy de 22 a 1.

En los últimos tiempos el Estado puso en marcha políticas sociales con una orientación más amplia, como la Asignación Universal por Hijo. También se produjo una mejora en la infraestructura básica. Sin duda, los más pobres se encuentran mejor que durante los años noventa, aunque conceptualmente tienen las mismas dificultades. La educación aún no es la vía para generar una movilidad social ascendente que permita entrar en el mundo del trabajo. De allí que uno de los grandes desafíos para el Estado sea lograr remplazar la asistencia por mecanismos que permitan generar empleo y auto-ingreso.

El primer desafío pasa por resolver el problema de pobreza estructural. Lograr que todos los habitantes del país tengan piso de material y servicios básicos. Para ello, es necesario establecer una fuerte política de inversión en infraestructura, con recursos permanentes para las áreas sociales y generar políticas focalizadas en las zonas del NOA, NEA y el conurbano bonaerense. Eliminar los bolsones de pobreza extrema, que actualmente alcanzan cerca del 12%, no parece un reto tan complejo si tenemos en cuenta el sostenido crecimiento económico y los recursos con que cuenta el Estado.

El segundo eje radica en la distribución territorial del país. Tenemos dos tipos de desequilibrio. Uno vinculado a la concentración de ciudadanos en un espacio territorial reducido: el conurbano bonaerense. En el área metropolitana, que representa el 1% del territorio nacional, vive casi 1/3 de la población argentina. Esto implica un importante problema económico para lograr crecimiento y también para generar políticas sociales buscando mejorar el sector. El segundo tipo de desequilibrio, tiene que ver con la necesidad de pautar metas para cada región: poblar la Patagonia; generar un fondo especial para favorecer el NOA y el NEA; acompañar determinadas actividades productivas y reequilibrar la relación de Buenos Aires con el interior.

El tercer punto requiere el establecimiento de un plan estratégico de desarrollo. Es decir, definir si será un país agroindustrial; más industrial que de producción primaria o un país de servicios. Es claro que necesitamos un plan de desarrollo que establezca con claridad el rol que va a tener la minería, la soja, los recursos naturales, las cadenas productivas, entre otros temas y actividades que requieren definiciones inmediatas. Esta definición debe conjugarse no sólo con un esquema de financiamiento sino también, con un sistema de educación que acompañe y vincule esas actividades. También con el apoyo a aquellas cadenas productivas que generan empleo para los sectores con menos oportunidades de acceso al mercado laboral.

El cuarto desafío determina la necesidad de atender el trabajo informal y apuntar a generar un mercado de trabajo en el que lo formal sea un punto clave, la regulación estatal sea un elemento significativo y la masificación del crédito alcance al mundo del cuentapropismo y la economía social. Si continuamos con un mercado de trabajo de dos velocidades (formal e informal) va a ser difícil achicar las brechas sociales.

Los contenidos en la escuela secundaria y la calidad educativa en general requieren una especial atención. Ése debe ser el quinto reto social del país de cara al final de esta década. Los logros de haber destinado más del 6% del PBI a la educación, la entrega de netbooks y el aumento de alumnos en las escuelas secundarias por la Asignación Universal por Hijo marcan los nuevos desafíos. Hacen falta más escuelas secundarias e inversión, como también equilibrar los niveles de conocimiento, de tecnología e infraestructura entre la escuela pública y la privada. Los chicos que cursan en una escuela privada, muchas veces, aprenden contenidos diferentes a los de la escuela pública. Las desigualdades se manifiestan en la infraestructura, la cantidad de horas de clase y las herramientas a las que acceden para estudiar.

El sexto reto se refiere a la reestructuración del sistema de salud. La atención primaria atraviesa una fuerte dificultad y es que, toda la red de hospitales –que, sin duda, ha mejorado debido a que se invirtió en infraestructura- está siendo utilizada por la población como atención primaria y secundaria. Esto implica que una persona, ante cualquier eventualidad, no va a la salita de su barrio, sino que se dirige Hospital. Ello provoca una sobrecarga, una saturación y colapso en la atención de pacientes.

Finalmente, el séptimo eje apunta al mejoramiento de las condiciones de vida en los ejes menos visibles: comunidades aborígenes, personas con discapacidad, violencia de género y trata de personas. Es decir, junto con los programas universales, debemos avanzar en acciones focalizadas en los grupos que tienen sus derechos vulnerados.

Argentina es un país con talento, capacitación, casi treinta años de democracia, un territorio vasto y recursos naturales. Es un país con porvenir. Depende de nosotros lograr una sociedad más inclusiva, más integrada en esta década. El contexto internacional, más allá de los vaivenes actuales, parece darnos una nueva oportunidad. No la podemos desaprovechar. 

viernes, 8 de junio de 2012

Participación en el Primer Encuentro Latinoamericano de la Economía Popular, Social y Solidaria



Organizado por:
Secretaría de Participación Ciudadana
Universidad Nacional de Lanús
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular

En el marco del Año Internacional de las Cooperativas, declarado por resolución de la ONU y siendo fundamental para el desarrollo y crecimiento de todos los actores que hacen a la Economía Popular, Social y Solidaria generar espacios de debate, intercambio y producción de conocimiento, se impulsa desde de la Secretaria de Participación Ciudadana y la Universidad Nacional de Lanús a través del Observatorio de Economía Popular el Primer Encuentro Latinoamericano de la Economía Popular, Social y Solidaria a realizarse en la Pcia. De Buenos Aires.

Objetivos:
Visibilizar a la EPSyS como un actor económico y político de relevancia en el desarrollo del proceso de integración latinoamericana.
Generar espacios de debate en torno al desarrollo, crecimiento, institucionalización de la Economía Popular, Social y Solidaria.
Construir ámbitos de discusión y generación de conocimiento con distintos académicos de Latinoamérica.
Promover las distintas experiencias de la EPSyS a través de una Feria de Comercialización y exposición de productos.

Ejes:
* La EPSyS en el proceso de Integración Latinoamericana
* Institucionalización de la Economía Popular
* Experiencia histórica: Orígenes del cooperatismo – El peronismo y el cooperativismo – Cooperativismo en dictaduras y neoliberalismo – De la subsistencia a la inclusión en el kircherismo.
* Distintas expresiones de la EPSyS

Actividades:
* Feria y exposición de productos de la economía popular durante los tres días.
40 stands ubicados en el pabellón José Hernández, espacio cubierto con todas las comodidades. Se convocara a cooperativas, emprendimientos, se destinaran stands para difusión de actividades institucionales.
* Paneles y mesas redondas
* Cierre con acto político

Fecha: 13, 14 y 15 de junio de 2012

Lugar:
Universidad Nacional de Lanús, Pcia. de Buenos Aires

Cronograma:



DIA 1. INAUGURACION
* 12 hs. Presentación de la feria. Recorrido por la misma de autoridades municipales, provinciales, académicas. Estará presente el Gobernador Daniel Scioli
* 18 hs. Proyeccion y Debate del film Industria Argentina, contaremos con la presencia de su director Ricardo Diaz Iacoponi y sus protagonistas.
* 20hs. Cena de bienvenida, recepción de delegaciones extranjeras.

DIA 2. PANELES
Aula Magna, UNLA
* 11 hs. “Institucionalización de la Economía Popular”
Oradores: Esteban Castro (CTEP), Oscar Tangelson (UNLa), Javier Ruiz (Secretaria de Participación Ciudadana), Eduardo Ancona (Senador Provincial), Ricardo “Pacha” Velasco (INAES)
* 14 hs. “Economía Popular y Distribución del Ingreso. Distintas Perspectivas”
Moderador: Jorge Bragulat (UNLa)
Oradores: Silvio Bageneta (Pte. FEDETUR), Ernesto “Indio” Pallialef (Subsecretario de Comercialización de la Economía Popular), Felisa Miceli (ex Ministra de Economía), Raúl Ruiz Huidobro (Pte. FECCACYA)
* 16 hs. “Economía Popular y Desarrollo Productivo”
Oradores: Enrique Martinez, Gustavo Vera (ALAMEDA), Luis Caro (Fabricas Recuperadas), Quique Lovey (Ligas Agrarias), Andres Asiain (CEMoP)
* 18hs. “Economía Popular y desarrollo sostenible”
Oradores: Karina Nazabal (Diputada Provincial), Juan Grabois (MTE-CTEP), Silvia Revora (Subs. De Medio Ambiente), Guillermo Moreno (Secretaria de Comercio Exterior), Ing. José Orbaiceta (INAES)

DIA 3. PANEL INTERNACIONAL
* 11 hs. “Economía Popular, Experiencias y Perspectivas”
Oradores: Jose Silva (Pte. Cooperativa Citrus), Movimiento de Trabajadores Excluidos, Roberto Schimkus (FECEABA), Daniel Arroyo (Pte. Poder Ciudadano)
* 13 hs. “Economía Popular, Experiencias y Perspectivas”
Oradores: Oscar Bragulat (UNLa), Pte. COOPTEBA, Rubén Daza, Eduardo Montes (UPEA)
* 16 HS. “La Economía en el Proceso de Integración Latinoamericana”
Albert Reveron Becerra, Venezuela; Orlando Núñez Soto, Nicaragua; César Augusto Sencion Villalona, República Dominicana
* 18 hs. Acto de Cierre del Encuentro Latinoamericano de la Economía Popular, Social y Solidaria
Alicia Kirchner, Ministra de Desarrollo Social de la Nación
Carlos Tomada, Ministro de Trabajo de la Nación
Ana Jaramillo, Rectora Universidad Nacional de Lanús
Emilio Pérsico, Secretario General Movimiento Evita
Consejo Directivo Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
Darío Díaz Pérez, Intendente de la Ciudad de Lanús

jueves, 7 de junio de 2012

Argentina tiene 4 problemas sociales

Artículo publicado en Nuevo Diario

ESPECIALISTA QUE DISERTÓ EN LA UNSE DIALOGÓ CON LV11

"Argentina tiene 4 problemas sociales"


Señaló que si bien la situación ha mejorado con respecto al 2001, estos cuatro problemas marcan la situación actual en el país.

 

Desde hace un tiempo, la Escuela para la Innovación Educativa de la UNSE brinda una serie de capacitaciones, las cuales están a cargo de prestigiosos profesionales.
En esta oportunidad, en la casa de altos estudios se brindó un curso sobre “La situación argentina: Diagnóstico y políticas públicas”.

Al respecto, en el programa Actualidad Política estuvieron presentes la directora de la Escuela para la Innovación Educativa, Dra. Eve Luz Coronel y el disertante del curso, Lic. Daniel Arroyo, especialista en gestión de políticas públicas y docente en universidades de Buenos Aires, para referirse principalmente a este importante tema abordado en la disertación. El Lic. Arroyo explicó que básicamente es un curso que tendrá cuatro módulos, “donde la primera parte tiene que ver con sacar la foto de la situación social en la Argentina”. Ante esto señaló que, a su parecer, “hoy en día Argentina tiene cuatro problemas sociales principales”. Primero dijo que es “la pobreza estructural, una parte de la gente del país vive más parecido al siglo XIX que al siglo XXI, porque no tiene servicios básicos ni condiciones mínimas, sobre todo en las provincias del noroeste del país, en el noreste y en el conurbano bonaerense”. El segundo problema señaló que es “la informalidad económica, el que trabaja sin recibo de sueldo y por ende no tiene obra social, no sabe si se va a jubilar, tampoco tiene vacaciones pagas ni un sindicato que lo defienda. Esto es el 30 por ciento de los que trabajan”.

Sostuvo que el tercer punto tiene que ver con “la desigualdad”, puesto que “en la década del 70 la diferencia entre el 10 por ciento más rico y el más pobre era de 7 a 1, es decir $7 ganaba el más rico y $1 el más pobre. En 2001, se fue a 44 a 1, un proceso brutal de concentración y hoy es de 24 a 1, por lo que hay un alto nivel de desigualdad en Argentina”.

El restante punto lo indicó como “clave del problema social” y es que “hay 900.000 jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan”.
En este sentido remarcó que “todo esto es la foto de la situación social argentina”.

El Lic. Arroyo señaló que “la situación ha mejorado si se la mira con respecto al 2001. Había 57 por ciento de pobreza y 28 por ciento de desocupación, pero hay nuevos problemas y éstos necesitan nuevas ideas y propuestas para mejorar y aquí hay un rol importante de las universidades de plantear nuevas propuestas”.

Además, sostuvo que Argentina “es un país que creció respecto de 2001, y a mi modo de ver hay cuatro realidades sociales, que son la pobreza estructural, una parte de la gente que no tiene lo mínimo; sectores vulnerables, gente que hace changas y lo lleva como puede; una clase media que ha mejorado porque tiene trabajo formal y puede planificar como los docentes y una clase alta, que es una sociedad que ha mejorado respecto de 2001, pero tiene problemas serios y requiere de otras ideas”.

Indicó que América Latina “es el continente más desigual. Más pobreza hay en Africa y más desigual y diferencias en América Latina”.

“Falta una reforma tributaria”

El Lic. Arroyo aseveró que en Argentina, “un elemento clave que está faltando es un proceso de reforma tributaria, porque achicar la desigualdad no es sólo ayudar a los que menos tienen, sino achicar las diferencias, y para esto un problema en la Argentina es que tanto ricos como pobres pagamos lo mismo”.

Ante esto explicó que una reforma tributaria “significa que en la Argentina todos cuando vamos a comprar algo pagamos el 21 por ciento de IVA. Eso se llama un proceso regresivo si pagan igual ricos y pobres. Ganancias sería al revés, paga más el que gana más y menos el que gana menos, es decir eso sería progresivo. El esquema argentino es que el sistema tributario tiende a igualar lo que pagan unos y otros y entonces para hacer una reforma en los próximos años deberíamos generar que paguen menos los que menos tienen”. Por eso señaló que el gran desafío del Estado en Argentina es “recaudar más, que paguen más lo que tienen más y orientar a políticas en donde lo que logremos sea la inclusión en el mundo del trabajo”.

Añadió: “Hubo mejoras sustantivas en Argentina, estamos entrando en una segunda etapa y a problemas nuevos respuestas nuevas. El gran desafío que tenemos ahora es crear otras ideas y sobre todo articular lo social y lo económico”.

lunes, 4 de junio de 2012

La Asignación Universal debería quedar como un derecho adquirido

El siguiente artículo fue publicado por Nuevo Diario

El prestigioso analista remarcó que en el país mejoró la contención social, pero reconoció que faltan políticas para lograr un trabajo sostenido.

"Si analizáramos detenidamente la situación social de la Argentina de esta última década, diríamos que considerablemente ha mejorado. En 2001, teníamos un 57% de pobreza y 28% de desocupación. En la actualidad, estas cifras han cambiado pero aún así tenemos grandes problemas sociales”.

Expectante de una Argentina con mayor inclusión para todos sus habitantes, el Lic. Daniel Arroyo dialogó con Nuevo Diario, LV11 y FM 88.1 sobre el curso de postgrado: “La situación social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas”, que dictará los próximos 6 y 7 de junio, y continuará los días 27 y 28 del corriente en la UNSE, actividad organizada por la Escuela para la Innovación Educativa (EIE).

El objetivo central del dictado del curso consistirá en desarrollar los cambios producidos en la estructura social argentina a partir de los últimos años, en base al desarrollo de la “nueva cuestión social”. Asimismo, describir las políticas sociales puestas en marcha y los principales debates en torno a ellas.

Problemas a resolver


Según la mirada del politólogo, en nuestro país se presentan nuevos desafíos, nuevos modelos de intervención y nuevos problemas que atender. La pobreza estructural, el trabajo informal, la calidad de la educación, las adicciones, los jóvenes que no estudian ni trabajan y la violencia en el hogar, son los temas que, según el especialista, deben ser atendidos con suma urgencia.
A ello remarcó que en la actualidad, “tenemos un 30% de informalidad económica, 15% de pobreza estructural, y esto requiere de grandes respuestas no sólo masivas, sino de cambios orientados al mundo del trabajo”.

Para su pormenorizado análisis, Arroyo tomó datos de la Encuesta Permanente de Hogares de la Argentina (Indec), estudios de mercado laboral, y también por su conocimiento sobre la temática, cuando se desempeñó como secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde el año 2003 hasta el año 2007.

“Soy un convencido de que estamos ante una segunda generación de problemas sociales que cobraron fuerza en 2001 y que ahora nos obligan a repensar algunas acciones, aunque tuvimos un importante crecimiento económico”, destacó el reconocido analista.

Recuperar paradigmas

El profesional remarcó que la desigualdad entre ricos y pobres es del 24,1% e indicó a su vez que “existe un gran desafío que tiene que ver con la situación de los jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan”. Entre las nuevas políticas de Estado, implementadas por el actual Gobierno nacional, destacó la Asignación Universal por Hijo, como una de las políticas sociales más importantes y de mayor impacto en la Argentina. “La AUH es el programa más grande que tiene la Argentina, y ya tenemos a 3.600.000 que arrancan con una asignación familiar de 270 pesos por niño por mes, lo cual es una buena base”.

“En los próximos años debería quedar la AUH como un derecho adquirido y permanente, y el resto de los programas sociales que asiste a los distintos grupos vulnerables. Debería reconvertirse al tema del trabajo y ver en cada región del país cuáles son las producciones esenciales para incluir a los jóvenes que no tienen el secundario completo, para crear incentivos económicos”, destacó.

Cursos para creer en una nueva gestión del Estado

El curso “La situación social en Argentina: diagnósticos y políticas públicas”, tendrá una duración total de 30 horas. Por informes, los interesados en participar pueden comunicarse al teléfono: (0385) 4509541, Escuela para la Innovación Educativa.

Entre sus contenidos programáticos, la modalidad del cursado se dividirá en 4 módulos: El debate en torno a los conceptos de pobreza y exclusión; La nueva estructura social de Argentina. De la idea de “nuevos pobres” al análisis de la desigualdad; Las formas de movilización y participación comunitaria; Los paradigmas predominantes en la gestión del Estado. 

viernes, 1 de junio de 2012

Mesa debate: Construcción de la Subjetividad Juvenil en ISEL TV

El Instituto Superior de Estudios Lomas de Zamora (ISEL) organizó una mesa de discusión sobre la "Construcción de la Subjetividad Juvenil" para transmitirlo por ISEL TV.
Los invitados son Ana Miranda (Licenciada en Sociología y Magister en Políticas Sociales de la UBA. Doctora en Ciencias Sociales FLACSO), Alejandra Castillo (Doctora en Filosofía, de Chile) y Daniel Arroyo.
El programa contará con la conducción de Juan Carlos Donsanto. El tema se abordará mediante preguntas para que cada participante pueda desarrollar su punto de vista acerca de los procesos de construcción de la subjetividad juvenil en el contexto contemporáneo, planteando la escolaridad, la vida pública y la privada, como ejes de discusión.