jueves, 23 de octubre de 2014

Daniel Arroyo en la CGT RA

En el día de hoy, La Nación público una nota acerca de la visita de Daniel Arroyo a la CGT RA.

"Daniel Arroyo en la CGT RA"

Por   | LA NACION

Después de la reciente disputa retórica entre el Gobierno y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las estadísticas reales de la informalidad laboral en el país, la CGT que encabeza Hugo Moyano eligió una curiosa manera de sentar su postura: invitó ayer al massista Daniel Arroyo a exponer sobre desigualdad y pobreza para develar "la realidad oculta que esconde el relato" oficialista.
Mucho antes de integrar el equipo de asesores del Frente Renovador de Sergio Massa, Arroyo fue un kirchnerista de la primera hora. Su trayectoria demuestra que es hoy una voz autorizada en temas sociales. Desde mayo de 2003 hasta diciembre de 2007 fue el secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Fue una suerte de número dos de Alicia Kirchner. Luego recaló al frente del mismo ministerio, pero el de la provincia de Buenos Aires, bajo el ala de Daniel Scioli.
Ni Arroyo ni el sindicalista Juan Carlos Schmid, que habló en representación de la CGT ante la ausencia de Moyano, arriesgaron a ratificar las cifras de la OIT, que había indicado la semana pasada desde Perú que el 46,8 por ciento de la población activa de la Argentina se encuentra en negro.
Sin embargo, la radiografía que presentó Arroyo no es para nada alentadora. Señaló "tres problemas críticos", y los enumeró: pobreza, informalidad económica y los jóvenes que ni estudian ni trabajan, que según él serían 1.500.000.
"La pobreza es del 27%, según la encuesta de la Universidad Católica Argentina. Y quizás sea mayor porque se hizo a fines del año pasado, antes de la devaluación", agregó Arroyo ante un auditorio poblado de sindicalistas.
Y argumentó sobre el trabajo informal: "Uno de cada tres argentinos trabaja en negro, sin obra social, jubilación ni vacaciones. Ellos ganan el 40% menos que el empleado que está registrado".
Siguió con la exposición y condicionó el impacto de los "tres problemas críticos" a otros factores negativos, como la inflación, el aumento de las drogas en los barrios, la violencia en las calles y la falta de la vivienda propia.
Pero se mostró optimista sobre el futuro. "Hay un contexto económico favorable. El país creció durante diez años y lo seguirá haciendo durante los próximos cinco", aventuró Arroyo. Su pronóstico provocó algún gesto torcido entre los gremialistas que lo acompañaban en el estrado del salón Felipe Vallese. Pero no se incomodó. Tampoco cuando lo consultaron sobre la proliferación de bingos y casinos, un hecho que se escenifica casi a la perfección en Tigre, el municipio que gobernó su actual jefe político, u otros distritos donde mandan referentes del Frente Renovador.
Especialista en administrar planes sociales, Arroyo dijo que no los eliminaría y que impulsaría "un empalme" entre el trabajo y la ayuda social. "Una persona que recibe una oferta laboral no la acepta porque está segura con el plan social. Hay que generar un ciclo de dos años en el que esa persona perciba a la vez el plan y el sueldo del trabajo hasta abandonar definitivamente el plan. Hay que ir de a poco", explicó.
Trazó como desafíos urgentes el acceso al primer empleo, el avance de la droga y la masificación de los créditos. ¿Y la inflación? "Es lo que frena la economía", minimizó la constante suba de los precios.
El moyanista Schmid definió la exposición como "riquísima" y dijo que ayuda a entender "la realidad oculta [que hay] detrás del relato".
Detrás de las cifras y las palabras, en el ajedrez electoral, la visita de Arroyo a la sede de Azopardo puede interpretarse como un nuevo acercamiento entre Moyano y Massa. Fue así, a pesar de la ausencia del camionero, dedicado cada vez con mayor intensidad a su rol de gestor deportivo en Independiente.

INFORMALIDAD, PRECARIEDAD Y VIOLENCIA

Un tercio, en negro
Según los datos que ofreció Arroyo, uno de cada tres argentinos trabaja en negro, sin obra social, jubilación ni vacaciones. Además, un millón y medio de jóvenes no trabaja ni estudia.
Factores negativos
Señaló además varios factores que inciden en forma negativa sobre la realidad social: la inflación, el aumento de las drogas en los barrios, la violencia callejera y la falta de vivienda..