La educación como prioridad
Por Lic. Daniel Arroyo
A lo largo de los últimos años podemos destacar que se han producido numerosos avances en materia de acceso a la educación, sea tanto primaria, secundaria, como universitaria. Sin embargo los contenidos y la calidad educativa, principalmente en el nivel medio, requieren que nos detengamos a pensar algunos aportes en esta temática.
Educación e inclusión son temas prioritarios. Son varios los desafíos que observo que tiene la agenda educativa, pero voy a detenerme solo en algunos.
Por un lado debemos generar condiciones para que exista un acceso igualitario a los conocimientos. Si tomamos un paraje rural de alguna provincia de nuestro país o una escuela ubicada en Ciudad de Buenos Aires, en el interior del conurbano o en cualquier provincia, se puede verificar que, si bien los conocimientos que se deberían dictar son los mismos, no llegan a todos los alumnos de la misma forma. Ese es el primer punto que repercute también sobre la diferenciación entre las escuelas de gestión pública y privada.
También existe un nuevo fenómeno que se ha instado y que tiene que ver con tres cuestiones: una en el plano de la educación inicial y que tiene que ver con la necesidad de asegurar vacantes y acceso a la escolarización inicial, y otras más vinculadas a la educación primaria y secundaria, que están relacionadas con la repitencia y el rezago escolar. Aquí es donde debemos trabajar para promover otras instancias de acompañamiento de aquellos chicos que, muchas veces se encuentran sujetos de esta situación por cuestiones administrativas y propias del sistema escolar que buscan que la repitencia tenga algún tipo de relación con la búsqueda de excelencia académica. Existe una fuerte relación entre rezago escolar en los primeros años del secundario, con el abandono del sistema escolar.
Finalmente hoy vemos un quiebre entre la vinculación entre educación y trabajo, se encuentra fuertemente establecido que la escuela no forma para el trabajo. Escenario que llega a cuestionar el papel de la educación como modelo para la movilidad social ascendente.
En este contexto hay algo que cruza a todos estas problemáticas y que tiene que ver con la pobreza estructural, no tener piso de material, servicios básicos o vivir en situaciones de hacinamiento, empeora las condiciones con las que un chico llega al colegio.
Por estas cuestiones, considero que es necesario avanzar en las siguientes propuestas:
Poner en marcha el derecho al primer empleo, cuyo objetivo es establecer una exención impositiva a las empresas que tomen jóvenes como primer empleo. Los jóvenes son el futuro si tienen presente, y por eso hay que crear un mecanismo para que logren entrar al mundo laboral.
Transitar hacia un nuevo modelo de escuela para el Siglo XXI. Pensar una argentina integrada, debe tener como prioridad garantizar la educación inicial desde los 3 años con inclusión digital temprana.
Conformar una Red de tutores para el acompañamiento educativo, es clave generar una red de tutores con personas que tengan legitimidad, una maestra que tiene buena llegada, algún pibe de la esquina, un referente barrial o religioso. Se trata de potenciar una red con personas creíbles a los que los jóvenes sientan que no deben fallarles y que los ayuden a sostenerse en la escuela. La clave es acompañarlos durante el ciclo educativo generando mayores fortalezas para encarar la vida académica, para de esta forma reducir el rezago y la repitencia escolar.
Sistema dual en la escuela secundaria: existe un abismo entre la escuela y el trabajo. De hecho, gran parte de los jóvenes desocupados tienen secundaria completa. Para achicar esa brecha, la idea es ir al sistema dual (en los últimos años, un joven está en la escuela y además hace pasantías o capacitaciones específicas) de modo que vaya empalmando estudio y trabajo.
Se trata de desarrollar acciones que realmente impacten sobre sus vidas cotidianas, recuperen el sentido del esfuerzo y la búsqueda del progreso, es la prioridad que nos permitirá construir la Argentina del mañana.
Es muy importante el acuerdo logrado para que haya comenzado clases en la mayoría de las provincias del país. Tenemos que siempre recordar que lo único universal es el colegio, y es clave que todos los chicos están ahí.
Por Lic. Daniel Arroyo
A lo largo de los últimos años podemos destacar que se han producido numerosos avances en materia de acceso a la educación, sea tanto primaria, secundaria, como universitaria. Sin embargo los contenidos y la calidad educativa, principalmente en el nivel medio, requieren que nos detengamos a pensar algunos aportes en esta temática.
Educación e inclusión son temas prioritarios. Son varios los desafíos que observo que tiene la agenda educativa, pero voy a detenerme solo en algunos.
Por un lado debemos generar condiciones para que exista un acceso igualitario a los conocimientos. Si tomamos un paraje rural de alguna provincia de nuestro país o una escuela ubicada en Ciudad de Buenos Aires, en el interior del conurbano o en cualquier provincia, se puede verificar que, si bien los conocimientos que se deberían dictar son los mismos, no llegan a todos los alumnos de la misma forma. Ese es el primer punto que repercute también sobre la diferenciación entre las escuelas de gestión pública y privada.
También existe un nuevo fenómeno que se ha instado y que tiene que ver con tres cuestiones: una en el plano de la educación inicial y que tiene que ver con la necesidad de asegurar vacantes y acceso a la escolarización inicial, y otras más vinculadas a la educación primaria y secundaria, que están relacionadas con la repitencia y el rezago escolar. Aquí es donde debemos trabajar para promover otras instancias de acompañamiento de aquellos chicos que, muchas veces se encuentran sujetos de esta situación por cuestiones administrativas y propias del sistema escolar que buscan que la repitencia tenga algún tipo de relación con la búsqueda de excelencia académica. Existe una fuerte relación entre rezago escolar en los primeros años del secundario, con el abandono del sistema escolar.
Finalmente hoy vemos un quiebre entre la vinculación entre educación y trabajo, se encuentra fuertemente establecido que la escuela no forma para el trabajo. Escenario que llega a cuestionar el papel de la educación como modelo para la movilidad social ascendente.
En este contexto hay algo que cruza a todos estas problemáticas y que tiene que ver con la pobreza estructural, no tener piso de material, servicios básicos o vivir en situaciones de hacinamiento, empeora las condiciones con las que un chico llega al colegio.
Por estas cuestiones, considero que es necesario avanzar en las siguientes propuestas:
Poner en marcha el derecho al primer empleo, cuyo objetivo es establecer una exención impositiva a las empresas que tomen jóvenes como primer empleo. Los jóvenes son el futuro si tienen presente, y por eso hay que crear un mecanismo para que logren entrar al mundo laboral.
Transitar hacia un nuevo modelo de escuela para el Siglo XXI. Pensar una argentina integrada, debe tener como prioridad garantizar la educación inicial desde los 3 años con inclusión digital temprana.
Conformar una Red de tutores para el acompañamiento educativo, es clave generar una red de tutores con personas que tengan legitimidad, una maestra que tiene buena llegada, algún pibe de la esquina, un referente barrial o religioso. Se trata de potenciar una red con personas creíbles a los que los jóvenes sientan que no deben fallarles y que los ayuden a sostenerse en la escuela. La clave es acompañarlos durante el ciclo educativo generando mayores fortalezas para encarar la vida académica, para de esta forma reducir el rezago y la repitencia escolar.
Sistema dual en la escuela secundaria: existe un abismo entre la escuela y el trabajo. De hecho, gran parte de los jóvenes desocupados tienen secundaria completa. Para achicar esa brecha, la idea es ir al sistema dual (en los últimos años, un joven está en la escuela y además hace pasantías o capacitaciones específicas) de modo que vaya empalmando estudio y trabajo.
Se trata de desarrollar acciones que realmente impacten sobre sus vidas cotidianas, recuperen el sentido del esfuerzo y la búsqueda del progreso, es la prioridad que nos permitirá construir la Argentina del mañana.
Es muy importante el acuerdo logrado para que haya comenzado clases en la mayoría de las provincias del país. Tenemos que siempre recordar que lo único universal es el colegio, y es clave que todos los chicos están ahí.