(Nota publicada en el diario Crítica, el domingo 7 de marzo de 2010)
La problemática social en la Argentina hoy pasa por cuatro ejes centrales: el 10% de personas que no cubren las necesidades mínimas nutricionales, de servicios básicos o de vivienda; el 40% del sector informal de la economía; los altos niveles de desigualdad; y los 900 mil jóvenes que no estudian ni trabajan.
La conformación de cooperativas a través del Plan Argentina Trabaja apunta a crear fuentes de empleo donde no las hay. Las prácticas clientelares surgen cuando las personas desean anotarse en el plan y no quedan claros cuáles son los instrumentos de ingreso. El clientelismo se supera con información clara y la generación de políticas universales, como la asignación por hijo.
Es necesario encarar un conjunto de políticas públicas que, al menos, contengan cuatro aspectos: a) Un programa progresivo de universalización de las asignaciones familiares (que ya ha comenzado a ponerse en marcha en diciembre de 2009) que extienda el salario familiar a los 5 millones de niños y jóvenes que hoy no acceden porque sus padres no están en el trabajo formal; b) Una reforma que revise los objetivos de la escuela secundaria y el nivel terciario y los ponga en línea con los sectores productivos estratégicos; c) La masificación de los sistemas de microcréditos, para que lleguen a los casi cuatro millones de cuentapropistas que tienen tecnología atrasada e interactúan mal con el mercado; d) Un “plan Marshall” con apoyo económico para rescatar a los jóvenes que no estudian ni trabajan y tienen dificultades de adicciones y hacinamiento. La clave aquí es generar una red de tutores creíbles para los jóvenes.
La problemática del Conurbano bonaerense excede las capacidades de los Municipios y del Estado Provincial. Se trata de un problema de índole nacional: once millones de personas se concentran en menos del 1% del espacio físico total del país generando tensiones de las más diversas. Sin duda, es un territorio que requiere una escala muy amplia de recursos, que debe salir de un nuevo esquema de coparticipación federal o de la puesta en marcha de un fondo específico para este territorio.