(publicada en la revista Debate, viernes 30 de abril de 2010)
10 preguntas al especialista en políticas sociales de la UBA y de Flacso Daniel Arroyo
1. ¿Cómo evalúa la extensión de las asignaciones familiares puesta en marcha por el gobierno nacional?
Es muy positiva la universalización de la Asignación por Hijo. El plan rompe con un esquema muy desigual que se había consolidado en la Argentina, en el que cobraban ese derecho sólo quienes tenían trabajo formal o quienes lograban deducirlo del impuesto a las ganancias.
2. ¿Se esperan modificaciones en este plan?
Se marcha a una verdadera universalización de este derecho. Primero se tomó sólo a los monotributistas sociales y a quienes tenían ingresos menores a 1.500 pesos. Ahora, también se incorporaron los chicos que asisten a escuelas privadas. Esas barreras se van corriendo y se va avanzando. Si se pudiera sancionar una ley, se terminaría de marcar un piso de ciudadanía en la Argentina.
3. ¿Qué impacto ha tenido la universalización sobre la pobreza y la indigencia?
Si el plan logra terminar de volcar entre siete y ocho mil millones de pesos, provocará una reducción significativa de la indigencia y la extrema pobreza. Además de generar efectos muy positivos sobre el consumo local.
4. ¿Qué variables hay en juego hoy en la lucha por la inclusión social?
Hay tres factores determinantes. Por un lado, la extensión de las asignaciones familiares y la posibilidad de incrementar los 180 pesos por hijo. Por el otro, la inflación, que complica este esquema, porque el aumento de precios en los alimentos podría llegar a ser de entre 25 y treinta por ciento este año. Finalmente, la dinámica que tengan los sectores productivos que logran incluir a los sectores pobres, como textil, calzado, curtiembres, frigoríficos, metalmecánico y construcción.
5. ¿Han mostrado alguna tendencia estos sectores en los últimos meses?
Se observa cierta recuperación y van en camino a generar más empleo. En ese esquema, habrá una reducción importante de la pobreza, traccionada por la asignación universal. Si se lograra controlar la inflación, la reducción sería muy significativa.
6. ¿Cuál sería el camino para contener el aumento de precios?
Está claro que no se trata de enfriar el consumo ni de reducir el gasto público. Por el contrario, hay que promover el consumo de los sectores pobres a través de políticas como la asignación universal. Los controles y la regulación del Estado ayudan, pero la inflación se resuelve con el aumento de la productividad y con un horizonte de expectativas en los sectores empresarios.
7. ¿Cómo se generan esas expectativas?
La Argentina va a crecer en los próximos seis o siete años porque tiene un contexto económico muy favorable. Los sectores empresariales deberían poder proyectar los niveles de inversión para los próximos años, más allá del ruido político. Así se generaría un aumento de la productividad.
8. En ese contexto, ¿qué políticas sociales deberían implementarse?
Es necesario un plan masivo para los jóvenes de 16 a 24 que no estudian ni trabajan y se encuentran en una situación muy crítica. Hay que crear programas muy extendidos de becas, con acompañamiento y tutorías creíbles. Y generar un sistema flexible para que puedan terminar la secundaria.
9. ¿Cuáles son hoy los otros núcleos críticos?
Hay que volcar recursos en los grandes centros urbanos, especialmente en el conurbano bonaerense, en el gran Rosario y el gran Córdoba. Ahí se cruzan pobreza, tensión social, hacinamiento, violencia, adicciones. Es necesario repensar las políticas sanitarias en estos territorios y masificar el acceso al
crédito.
10. ¿Qué autocríticas se plantea de su paso por la función pública?
Se ha logrado reducir la pobreza, a través de programas como la universalización de las asignaciones, la Tarjeta Alimentaria y el apoyo a los emprendimientos productivos. Pero el sabor amargo radica en que hay que hacer mucho más por la situación de los jóvenes. Hay buenas intenciones, pero estamos muy desfasados en la escala que realmente se necesita, porque es un problema masivo y determinante para el futuro del país.