martes, 6 de diciembre de 2011

Daniel Arroyo dio la primera charla del encuentro sobre economía social

(publicado en el diario El Ciudadano, de Bariloche, martes 6 de diciembre de 2011)

El ex vice Ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, afirmó que este es el momento para que se involucren los distintos actores de la cadena de producción. Así lo manifestó en el marco del “I Encuentro de Vinculación de Empresarios y Emprendedores de la Economía Social de Bariloche”, el cual está organizado por el Foro Empresarial de la Patagonia, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, la Asociación Civil Norte-Sur, la Universidad Nacional de Río Negro e INVAP.
Daniel Arroyo, ex vice Ministro de Desarrollo de la Nación, brindó la charla inaugural sobre la responsabilidad social de los empresarios que en el periodo 2001 a la actualidad se fue ampliando.
A lo largo de su exposición desarrolló tres ejes: “las 6 principales problemáticas sociales”, “responsabilidad social de los empresarios” y “los principales desafíos”.
Primer eje: las 6 principales problemáticas sociales
El ex funcionario nacional comenzó “sacando una foto” de lo que consideró, las 6 principales problemáticas sociales a resolver. Enunció la “pobreza estructural”, “informalidad económica”, “desigualdad”, “brecha de jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan”, “violencia en el hogar” y “hacinamiento”.
En tal sentido, mencionó la “pobreza estructural” de aquellas personas que “no tienen los servicios básicos”.
Continuó con la “informalidad económica” que alberga a las personas que trabajan sin estar registradas y a los cuentapropistas. En el país hay un 35 por ciento de trabajadores en negro, mientras que el segundo grupo reúne 4 millones de pequeños emprendedores independientes. “El problema más grave es el de los segundos que de los primeros, en términos de cantidad”, agregó.
Con respecto a la “desigualdad” afirmó que si bien hoy en día es de 22 a 1, lo cierto es que “sigue habiendo una brecha muy grande”. “Además, a mayor desigualdad más violencia social”, dado que “por la misma desigualdad se genera bronca”, explicó.
Asimismo, Arroyo dijo que “el mayor problema lo tienen los jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan”, debido a que “no logran sostenerse ni en el sistema educativo ni en el laboral” “Al joven le cuesta ir ocho horas y trabajar, en parte porque no vio a su padre o a su abuelo”, de manera intergeneracional. En tal sentido, evaluó que “es la escuela la que da la sociabilidad (mas allá de lo que aprenda en lengua y matemáticas) porque además da un método”.
Aludió también a la “violencia en el hogar” sobre lo cual recién ahora hay registros que todavía no permiten establecer comparaciones con años anteriores. Sin embargo, no deja de ser una variable a tener en cuenta.
La última de las principales problemáticas es el “hacinamiento” que se expresa de manera especial “en los grandes centros urbanos”, indicó. “Es ahí cuando el chico sale a la esquina para escapar del hacinamientos, y ahí empieza a consumir, y al mismo tiempo a endeudarse”, evaluó.
De su análisis, el ex vice ministro de Desarrollo Social, no dejó de lado la “movilidad social”. Por ello ubicó gran parte de las problemáticas en “los sectores vulnerables” que se identifican por “su precariedad” relacionada a la carencia de proyecciones. “Se paró la movilidad social descendente, pero no se avanzó en la ascendente”, añadió.
Así, continuó manifestando algunos de los “desafíos” para contrarrestar parte de la problemática social del país.
En primer lugar remarcó la manera de “fortalecer” el desarrollo de los pequeños emprendedores, a través del contacto con las empresas. Vinculado a esto describió las dificultades de los pequeños comerciantes para acceder a créditos y sin embargo “terminan haciéndolo de cualquier manera generando pobreza de endeudamiento”.
Por otra parte planteó el interrogante sobre el modo en que se lograría “la inclusión de los jóvenes” a través de distintos programas. También apuntó a la creación de una red de tutores para los jóvenes y el resto de la comunidad, en una instancia más compleja.
Segundo eje: responsabilidad social de los empresarios
En la segunda instancia de su presentación, Daniel Arroyo destacó que a partir del año 2007 la iniciativa del sector empresarial se fue perfilando cada vez más, dado que se presentaron diversos programas educativos y de capacitación.
En tal sentido, continuó destacando la oportunidad del “I Encuentro de Vinculación de Empresarios y Emprendedores de la Economía Social de Bariloche”, para que se pueda dar el intercambio de contactos entre los diversos sectores.
Tercer eje: Desafíos para los próximos 5 años
Luego de la exposición que se extendió por casi una hora, Daniel Arroyo indicó los 4 principales desafíos para lograr la movilidad social “ascendente” en el marco de la vinculación de empresarios, emprendedores de la economía social y el resto de los grupos convocados.
De esta manera consideró que la “participación” solo se puede resolver “ahora” en plenos crecimiento de la economía del país.
Luego, destacó el tema de la “masividad”, que “es un problema grande, un problema de mayorías”, y a razón de esto evaluó que “no es el momento de acciones de pequeña escala”.
Añadió el “cambio de paradigma” para que pueda desarrollarse un nuevo esquema desde el sector empresario, las organizaciones y el estado: “asistir, capacitar y fomentar”, resumió.
Asimismo agregó la “articulación” entre empresarios y emprendedores para “ir en la misma dirección”, explicó. Consideró que de “no tener articulación no hay masividad”.
Conclusión
Si bien el ex vice Ministro de Desarrollo Social de la Nación afirmó que “la situación económica mejoró”, también subrayó la necesidad de actuar en la vinculación de los actores de la cadena de producción “porque si no vamos a terminar con un sabor a poco”. “Tenemos que juntarnos universidades, el estado, los emprendedores, las empresas”, resaltó. “Igual vamos a mejorar un poco pero no vamos a dar vuelta la situación”, concluyó.