4 Julio 2015 (00:00)
El precandidato a vicegobernador bonaerense por el frente UNA, Daniel Arroyo, estuvo ayer en nuestra ciudad. Apuntaló la postulación local de Lisandro Bonelli y aseveró que “vamos a dar una sorpresa en agosto y vamos a ganar en octubre”.
Daniel Arroyo, compañero de fórmula de Felipe Solá para la gobernación bonaerense de cara a las elecciones primarias abiertas del 9 de agosto, estuvo ayer en nuestra ciudad. Acompañado por el precandidato a intendente Lisandro Bonelli, brindó una charla sobre políticas públicas en el local partidario del Frente Renovador (Nación 465). Antes de eso, en diálogo exclusivo con Diario EL NORTE y Radio U, el postulante a vicegobernador bonaerense repartió críticas contra el oficialismo nacional y el provincial; y también golpeó a un macrismo que “lejos de estar creciendo, se achica en la provincia de Buenos Aires”. La llegada de Arroyo fue el primer paso de lo que será una suerte de desembarco progresivo del massismo en San Nicolás durante las próximas semanas. Es que el lunes próximo, al precandidato a vicegobernador le seguirá el postulante a gobernador. Y -aunque sin fecha confirmada- después llegaría el precandidato a Presidente de la Nación, el propio Sergio Massa. Arroyo, quien fue viceministro de Desarrollo Social de la Nación entre 2003 y 2007, y que luego ocupó el cargo de ministro de la misma cartera pero en el ámbito de la provincia (entre 2007 y 2009), dijo -en declaraciones vertidas al programa periodístico Primeros Temas- que la suya con Solá es una “fórmula complementaria”. Y amplió: “Claramente, Felipe es la persona más preparada para gobernar la provincia de Buenos Aires y gobernar, también, la Policía Bonaerense. A eso yo le puedo agregar la cuestión social, la reforma de la escuela secundaria, los tejidos necesarios para cortar con la venta de droga en los barrios y para generar oportunidades de empleo”. Arroyo también apuntó contra el gobierno nacional, criticando la exposición de Cristina Fernández en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO). “La Presidenta de la Nación dijo que la Argentina tenía 5 por ciento de pobreza. Eso es lo que midió el INDEC hasta el 2013, y es una medición totalmente mentirosa. La Argentina hoy tiene un indicador de pobreza que se ubicó en el 27 por ciento, según la medición de la UCA. Y, además, hay un 34 por ciento de trabajo informal: uno de cada tres trabajadores no tiene recibo de sueldo, su trabajo es precario y la pasa mal. También hay un millón y medio de jóvenes que no estudian ni trabajan”, observó el precandidato massista. Aunque reconoció que “por supuesto que estamos mejor que en 2011”, también advirtió que “objetivamente, en estos últimos cuatro años la situación ha empeorado”. “Y esto se debe a dos cuestiones: por la inflación que hace que a la gente la plata cada vez le alcance menos; y por el sobre endeudamiento de un montón de gente debiendo dinero después de tomar créditos al 150 ó 200 por ciento anual”, completó. Luego, la mira se desplazó desde el oficialismo nacional hacia el provincial: “La provincia de Buenos Aires está complicadísima. El Estado paga salarios y aguinaldos, y nada más. Hay dos millones de chicos que comen en comedores escolares, y el Estado paga 6,30 pesos para subirles el desayuno y el almuerzo. En cualquier hospital al que uno vaya, podrá ver escenas de violencia porque no hay insumos. Y ni hablar de las rutas bonaerenses. Ha habido un retiro del Estado y la provincia está muy mal”, lamentó Arroyo, quien sin embargo también remarcó que “eso nos da una oportunidad, porque todos recuerdan a Felipe como un muy buen gobernador”. De cara a las primarias de agosto, el precandidato massista se mostró confiado en cuanto a las posibilidades del frente UNA (la alianza que tiene como columna vertebral al Frente Renovador). Si bien reconoció que “es difícil competir contra los oficialismos porque el recurso de que disponen es brutal”, y observó que “la cantidad de recursos que se vuelcan en los globos amarillos y los globos naranja, es obscena”, también remarcó que “la gente no se engancha con estas cosas, sino con cuestiones más prácticas: cómo resolver el problema de la inseguridad, qué hacer con la educación y hacia dónde vamos”. De hecho, esgrimió resultados de encuestas (“que no mandamos a hacer nosotros, sino que las leemos en los diarios”, advirtió) que estarían ubicando segundo a Solá con 22 puntos sólo uno detrás de Aníbal Fernández (23), tres arriba de María Eugenia Vidal (19) y bastante más lejos de Julián Domínguez (15).-
Leandro Madeo diarioelnorte@diarioelnorte.com.ar