Ni la corrupción, ni el ajuste. Un cambio justo y ético es posible.El tiempo de celebración del Bicentenario de la Independencia es un tiempo para reflexionar sobre como quisiéramos ser recordados en la historia. También es un tiempo para redescubrir que todos tenemos una misión en la vida para ayudar a mejorar la vida de los demás. Y asumir nuestra misión depende de nuestra acción ya, ahora. Podemos tener un futuro mejor, sólo si nos animamos a participar y a cambiar el presente.Estoy convencido que si la buena gente no participa quedan los “vivos” y los inescrupulosos. Es un tiempo para participar, para poner el cuerpo, para generar redes y para unirnos con el objetivo de saldar la grieta de la desigualdad desigual.Ni la corrupción, ni el ajuste deberían identificar este tiempo de nuestra historia. Es un presente que entre todos podemos y debemos superar. Tengamos esperanza, somos una inmensa mayoría los que apostamos a vivir en una Argentina de la honestidad, de la equidad y de una mayor igualdad de oportunidades.Qué bueno sería ser recordados en la historia como la generación que con valentía frenó el narcotráfico y la corrupción.También que bueno sería ser recordados en la historia como la generación que con sensibilidad y solidaridad redujo la pobreza y promovió el progreso social.Y para que haya más equidad y justicia social necesitamos encontrarnos, dialogar, debatir y consensuar más. Este 9 de Julio de 2016, y a partir de ahora, cada uno donde esté podría hacer oír su voz y solicitar que se convoque a una Mesa de Diálogo para garantizar un gran acuerdo económico y social.
Este 9 de Julio de 2016 es un día para reafirmar que un cambio justo y ético es posible y que si participamos todos podemos lograrlo.
Bienvenidos al blog con reflexiones y actualidad sobre políticas públicas para la Argentina que viene.