(publicado en el diario Clarín, 15 de agosto de 2010)
El Informe sobre Programas de Becas Educativas en la Argentina reveló que durante 2009 fueron más de 10 mil los alumnos de nivel primario, secundario y universitario que recibieron apoyo económico por parte de organizaciones de la sociedad civil y empresas del sector privado. Este estudio fue realizado por BBVA Banco Francés y será presentado el miércoles.
La entidad que más becas otorgó en 2009 fue Caritas, a través de su “Programa de inclusión educativa Emaús”, con 3.862 becas en el nivel primario, medio y universitario. La Fundación Cimientos dio 2.800 subsidios para alumnos secundarios y universitarios.
En tercer lugar, y primera entre las empresas privadas, se ubicó el Banco Francés que, con su Programa Becas de Integración, aportó 897 becas para alumnos de nivel secundario durante 2009.
Según la investigación, a cargo del politólogo Daniel Arroyo, “se destinan por año más de $13 millones sólo en la transferencia monetaria a los becados. El promedio de la misma es de $100 mensuales, con programas que otorgan desde $60 hasta $190 mensuales”.
Figura como un caso excepcional el de la Fundación YPF, que otorga una beca de $920 mensuales. Respecto al financiamiento de los 13 programas educativos, hay más de 100 empresas involucradas en programas de becas educativas.
Por otra parte, la investigación destaca que, con diferentes argumentos, un 78% de los programas analizados, no exigen contraprestación. En el caso de los programas que lo contemplan –el 22% restante–, lo hacen a través de tareas de voluntariado, asistencia a capacitaciones y talleres, entre otras variantes.
La problemática más profunda del sistema educativo –sostiene el estudio– se encuentra en el nivel medio. Los índices de deserción son los más altos del sistema.
Por eso, la mayoría de los programas educativos de apoyo coincide en la necesidad de disminuir los índices de deserción escolar en la secundaria donde se dan los indicadores más altos.
El informe alerta también sobre la responsabilidad de los establecimientos educativos: “El éxito del programa es mayor cuando la institución educativa se constituye en un actor relevante, comprometiéndose en su implementación y desarrollo”.
En general, todos los programas sostienen el compromiso con la educación, y más puntualmente con el buen rendimiento académico como principal condición de permanencia, seguido de la asistencia al colegio y la buena conducta.
“El sector privado ha ido modificando sus programas de Responsabilidad Social Empresaria, evolucionando de la asistencia y la contención social hacia el apoyo del sistema educativo, sobre la idea de que es por esa dimensión por donde pasan los procesos de inclusión social reales para los próximos años”, indica la investigación.