(publicada en el portal www.notio.com.ar, 5 de enero de 2010)
por Mariano Mogni
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación tendrá durante este año más de 3 mil millones de pesos para disponer en políticas sociales. Las políticas sociales siempre fueron uno de los principales caballitos de batalla de cualquier gestión en el poder. Sobre todo en años electorales. Y no es ajena la actual administración, ya que el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación cuenta con uno de los mayores presupuestos de toda la estructura estatal: durante 2011 tendrá 1900 millones de pesos adicionales para aplicar los programas públicos llevados adelante por Alicia Kirchner.
Aún sin la Ley de Presupuesto aprobada por el Congreso de la Nación, la cartera social tendrá durante este año más de 3 mil millones de pesos para disponer.
Los principales programas del Ministerio de Desarrollo Social son el “Argentina Trabaja”, “Plan Nacional de Seguridad Alimentaria” y “Plan Ahí, en el lugar”, sin contar las líneas de microcréditos, pensiones no contributivas, el funcionamiento de los Centros Integradores Comunitarios, el impulso a las cooperativas de trabajo, el tren sanitario o la Asignación Universal por Hijo (AUH) que, si bien no depende directamente de la cartera social, es la medida más abarcativa de la administración.
Para los analistas, la agenda social tiene cinco ejes a resolver: la pobreza extrema que alcanza al 10 por ciento de la población; la informalidad económica que abarca al 40 por ciento de los que trabajan; la desigualdad que marca una diferencia de 28 a 1 entre ricos y pobres; los jóvenes que no estudian ni trabajan; y la vida en los grandes centros urbanos en los que está radicado el 70 por ciento de la población.
Tanto para Néstor Kirchner como para su esposa y sucesora Cristina Fernández, las políticas sociales siempre fueron, luego de los programas económicos, uno de los ejes de la gestión. Y con la campaña electoral ganando terreno, 2011 no será la excepción.
“La política social es compleja”, dijo Alicia Kirchner quien consideró que “los dos ejes” de la instrumentación son “la generación de trabajo y la protección de la familia”.
Con las usurpaciones de terrenos en Villa Soldati y Lugano que cerraron 2010 de forma convulsionada, la efectividad de las políticas sociales volvió a ser un eje de la discusión.
La visión, desde adentro
Dos referentes de la actividad social opinaron sobre la aplicación de los programas y la eficacia en los resultados. Ambos fueron -en diferentes momentos- muy cercanos a Alicia Kirchner pero, por diversos motivos, se alejaron del Ministerio de Desarrollo Social. Daniel Arroyo y Jorge Ceballos conocen desde adentro el funcionamiento del área social del kirchnerismo.
Ceballos fue subsecretario de Organización y Capacitación Popular del ministerio de Alicia Kirchner hasta que se alejó del gobierno en 2008 junto con el Movimiento Libres del Sur, al que pertenece.
Arroyo, en tanto, ocupó el cargo de secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano (un virtual viceministro nacional) y luego trabajó con Daniel Scioli como titular de la cartera social bonaerense.
“Las políticas sociales son insuficientes, al igual que las políticas económicas”, sentenció Ceballos quien se desencantó con el proyecto nacional cuando el gobierno de Néstor Kirchner decidió “recostarse en el Partido Justicialista” y abandonar la transversalidad.
“Si bien la situación social mejoró aún quedan muchos desafíos pendientes, que cruzan pobreza, desigualdad, informalidad económica, tensión y hacinamiento”, consideró Arroyo, también distanciado del kirchnerismo puro y actualmente dirigiendo su propio espacio, Fuerza Solidaria.
Para el ex ministro bonaerense, la pobreza se concentra sobre todo en los grandes centros urbanos: “Ha aumentado la bronca social. La desigualdad es la sensación de “la ñata contra el vidrio”, de la bronca de que la distancia entre el que no tiene nada y el que tiene todo es de cuatro o cinco cuadras”, opinó Arroyo.
En este marco, Ceballos afirmó que el “concepto de derrame” en torno a las políticas sociales “beneficia a los sectores más concentrados de la economía” y que la desigualdad con los de menores recursos es enorme.
Para el dirigente de Libres del Sur, la primera etapa del gobierno kirchnerista “rompió la inercia de un Estado ausente” y “por eso tuvo tanto respaldo popular”.
Ceballos le dijo a Notio que el comienzo del trabajo social de Alicia Kirchner “pasó por encima” a los gobernadores e intendentes que manejaban a su antojo los planes oficiales. “Se llegaba al territorio y no le avisábamos ni a gobernadores, ni intendentes, ni punteros”, agregó el dirigente, quien por estos días trabaja para ser candidato a intendente de La Matanza. “En el distrito es todo muy clientelar, siempre hay intermediarios”, advirtió el dirigente.
Para Ceballos, la primera impresión de cambio del kirchnerismo se disipó en 2007 y, a partir de ese momento, consideró, las políticas sociales volvieron a ser lo que eran: Se volvió sobre los punteros políticos, los intendentes y los gobernadores. A ellos se les dan las herramientas para que manejen los programas del gobierno, según Ceballos.
Por su parte, Arroyo reclamó la implementación de “políticas públicas de segunda generación”. Según el ex viceministro de Alicia Kirchner, el objetivo es partir de los programas existentes y hacerlos más abarcativos: “El desafío aquí es ir a buscar a la población “que no se mueve”. A aquellos que no aparecen en las bases de datos y que sólo se los puede identificar a través de las escuelas, en los centros de salud y a partir de la red de organizaciones sociales y comedores comunitarios”, señaló Arroyo.
“Hay mucho dibujo en las políticas sociales”, concluyó Ceballos. Arroyo, más contemplativo, anticipó que “el contexto internacional sigue ofreciendo una situación favorable para la economía de la región” y que ese “viento de cola brinda la posibilidad de dar vuelta de verdad la situación social de Latinoamérica”.