viernes, 31 de mayo de 2013

Este lunes, a las 7,30 hs, Daniel Arroyo en Canal Metro

Este lunes, a las 7,30 hs, Daniel Arroyo será entrevistado por Juan Antonio Diaz en su programa "Diaz de crisis" que se emite por Canal Metro. Dicha entrevista girará en torno a la situación social y las propuestas para los próximos años.


Daniel Arroyo y la inclusión de los jóvenes

La INCLUSION de JOVENES es la PRIORIDAD
Daniel Arroyo – Presidente de RED PAR. Ex Vice-Ministro de Desarrollo Social de la Nación y Ministro del área en la provincia de Buenos Aires.

Qué es la Red Par?
La RED DE PRIORIDADES ARGENTINAS es un espacio plural e interdisciplinario integrado por distintas organizaciones de la sociedad civil, que tenemos el objetivo de promover un nuevo estilo de liderazgo para el desarrollo integral de la Argentina.
Buscamos instalar en el debate público, una agenda de prioridades de la gente, para de esta forma, promover nuevas políticas públicas de desarrollo humano, familiar y social y proponer nuevos espacios e instituciones de cogestión entre el Estado, la sociedad civil y la economía social de mercado. Nos guiamos por los valores de dignidad de la persona humana, desarrollo integral, y democracia social y participativa.
La Red PAR busca generar un nuevo estilo de liderazgo con capacidades para promover el desarrollo social, político y económico y que brinde propuestas concertadas y creativas para abordar las prioridades de la ciudadanía. Creemos en una cultura del emprendimiento, la responsabilidad y la asociati-vidad para responder a los nuevos desafíos de la Argentina que viene.
Valores: Trabajo en equipo. Dignidad de la persona humana. Desarrollo integral. Democracia social y participativa. Vocación pública.

LA INCLUSIÓN DE JÓVENES LA PRIORIDAD
Con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) y la Red de Prioridades Argentinas (RED PAR) tenemos una propuesta para el desarrollo social, político y económico de los jóvenes. Votar está bien, pero siento que los jóvenes sueñan con una educación que les permita conseguir trabajo y un trabajo que les permita salir de la pobreza y tener el techo propio. La Argentina tiene 900 mil jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan. Pero ahora también se suma las nuevas problemáticas que afectan a jóvenes de parte de los sectores medios de la sociedad. El gran desafío nacional es pasar de una generación de jóvenes inquilinos a una generación de jóvenes propietarios del terreno y la vivienda propia. También tenemos que ampliar el mercado laboral, innovar y promover nuevas formas de trabajo protegidos legalmente.
Argentina no tiene un déficit de dinero, sino un déficit de nuevas ideas y un déficit de pensamiento estratégico sobre cómo abordar la nueva cuestión social. El desarrollo de los jóvenes es posible porque no partimos de cero, ya hay buenas iniciativas como el Programa Envión de la provincia de Buenos Aires y el Programa Primer Paso del Gobierno de Córdoba, que podemos fortalecer y masificar en todo el país.
Debemos pasar de las políticas sociales tradicionales a nuevos programas que vinculen progreso educativo, formación laboral y acceso al primer empleo y al primer emprendimiento joven. Proponemos crear un Fondo Federal de Desarrollo Joven Educación+Trabajo para incluir anualmente a 450.000 jóvenes de 16 a 24 años. El Fondo Federal sería financiado por el 1% del Presupuesto Nacional de cada año.

La autentica inclusión, además de mejorar los ingresos, debe mejorar los vínculos y los afectos. Por eso, un primer programa es crear una red de 20.000 tutores de desarrollo joven con la misión de acompañarlos en la terminalidad educativa, la formación laboral y la realización de actividades que den pleno sentido a su vida. En este programa, es clave fortalecer a las organizaciones religiosas y de la sociedad civil que ya están trabajando y que merecen una reparación histórica por todo su servicio solidario. Un segundo programa es el incentivo de formación joven para brindarles a 250.000 jóvenes de 16 a 18 años un incentivo actualizable de $500 mensuales destinados a terminar la escuela secundaria, la formación laboral y para el desarrollo de emprendimientos. Un tercer programa para realmente innovar y que cambia el enfoque de las políticas públicas es el incentivo primer empleo joven para garantizar anualmente empleo formal a 150.000 jóvenes de 18 a 24 años, destinando a empresarios que contraten a los mismos una suma mensual de $2.000 en concepto de deducción impositiva por cada joven, debiendo el empresario completar el resto del salario. Este incentivo también está previsto para el acceso al primer empleo de los jóvenes de los sectores medios de la sociedad. Finalmente un cuarto programa es el incentivo primer emprendimiento joven para brindar anualmente créditos a 50.000 jóvenes de 18 a 24 años con emprendimientos personales y asociados.
Queremos incluir estas prioridades en la agenda electoral, queremos ser parte de la discusión de ideas, y llevar nuestras propuestas al Congreso de la Nación.

(Nota publicada en Realidad Geselina el 30/05/13)

jueves, 30 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en "Futuro Posible"

Daniel Arroyo fue entrevistado por Dolores Pereyra Iraola en su programa "Futuro Posible" que se emite por Canal Metro. Dicho reportaje giró en torno a la situación social y a la pobreza en Argentina. Para acceder al video de la entrevista, haga click en el siguiente enlace: http://tinyurl.com/qczuu2a


miércoles, 29 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en Esteban Echeverría

El lunes 3 de junio, Daniel Arroyo se encontrará en la localidad de Esteban Echeverría, en el marco de la presentación del Fondo Federal de Desarrollo Joven.

Daniel Arroyo en la Provincia de Salta

El día 30 de mayo Daniel Arroyo se encontrará en la Provincia de Salta exponiendo en la mesa "Políticas Sociales y Desarrollo Humano" en el marco de las jornadas de la Cátedra Konrad Adenauer


martes, 28 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en las Jornadas de Calidad Educativa e Inclusión Social

Daniel Arroyo participó como expositor en la conferencia central "El desafío de permanecer en la escuela" que se dio en el marco de las Jornadas de Calidad Educativa e Inclusión Social organizada por BBVA Banco Francés.


viernes, 24 de mayo de 2013

Daniel Arroyo: “Proponemos crear un Fondo Federal de Desarrollo Joven para incluir a 450.000 jóvenes por año”


El Lic. Daniel Arroyo anunció su paso del mundo académico y de la sociedad civil a la política para postularse como candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Es especialista en políticas públicas, ex Vice Ministro de Desarrollo Social de La Nación, Ex Ministro de Buenos Aires y Presidente de la Red de Prioridades Argentinas. Arroyo señaló que como legislador propondrá nuevas políticas para pasar de los planes sociales tradicionales a nuevos programas que garanticen educación de calidad y trabajo formal y para promover el paso de una generación de inquilinos a una generación de propietarios.

Expresó que la seguridad es otra de sus preocupaciones y para ello propone crear un Plan Integral de Prevención y Asistencia de la Adicciones y una Unidad Especial de Lucha contra la Narcocriminalidad. 

- Cuando anunció su candidatura a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires señaló que el desarrollo de los jóvenes será su prioridad como legislador ¿Cuál es hoy la realidad social de los jóvenes?

Hoy vivimos una situación dual con relación de los jóvenes. Se habla mucho de su participación política, pero observamos con preocupación la escasez de políticas públicas masivas e integrales destinadas al pleno desarrollo de los mismos. Votar esta bien, pero siento que los jóvenes sueñan con una educación que les permita conseguir trabajo y un trabajo que les permita salir de la pobreza y tener el techo propio. La Argentina tiene 900 mil jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan. También hay cientos de miles de jóvenes que estudian y trabajan a la vez, muchas veces en forma precaria e informal. A las limitadas oportunidades de progreso real que afectan a los jóvenes en situación de pobreza, ahora también se suma las nuevas problemáticas que afectan a jóvenes de parte de los sectores medios de la sociedad. El déficit de acceso a la vivienda propia es otro gran problema que afecta a todos los jóvenes. El acceso a la propiedad es un derecho humano fundamental que facilita otros derechos. Tenemos que concentrar ideas, programas y recursos para pasar de una generación de jóvenes inquilinos a una generación de jóvenes propietarios del terreno y la vivienda propia. También tenemos que ampliar el mercado laboral, innovar y promover nuevas formas de trabajo protegidos legalmente. Además, todos los jóvenes tienen problemáticas comunes como las adicciones, la violencia y la inseguridad. Las propuestas de la Red de Prioridades Argentinas están destinadas tanto a los jóvenes en situación de pobreza como a los jóvenes de los sectores medios de la sociedad.

- Vemos que la realidad es más compleja de lo que se cree, ahora realmente ¿hay recursos? ¿Es posible incluir a tantos cientos de miles de jóvenes?

Si, es posible revertir la difícil realidad de los jóvenes humanizando la política, con valores y nuevas ideas. Es posible si lo asumimos como una causa nacional, con la participación de todos, transformando las políticas públicas y con la responsabilidad social de las empresas y los sindicatos. Argentina no tiene un déficit de dinero, sino un déficit de nuevas ideas y un déficit de pensamiento estratégico sobre como abordar la nueva cuestión social. Tenemos que pasar de los discursos a una mejor inversión de los recursos. Debe quedar claro que la movilidad social ascendente es el mejor camino para un crecimiento sostenido y sustentable que llegue a todos. Debemos generar conciencia que el desarrollo de los jóvenes no es un gasto, sino una inversión ética, equitativa e inteligente, que los beneficia a ellos, pero también a sus familias y comunidades.

Es posible porque no partimos de cero, ya hay buenas iniciativas como el Programa Conectar Igualdad, el Programa Envión de la Provincia de Buenos Aires y el Programa Primer Paso del Gobierno de Córdoba, que podemos fortalecer y masificar en todo el país. Los grandes problemas sociales de los jóvenes requieren soluciones masivas y creativas que generen oportunidades para los sueños, la esperanza activa y el progreso real de los jóvenes. Tenemos el compromiso social, la decisión y la experiencia académica y de gestión para promover desde el Congreso Nacional el desarrollo de los jóvenes como una prioridad nacional y una política de Estado.

- ¿Cuál será al primer proyecto de ley que presentaría en caso de ser electo Diputado Nacional?

La Argentina esta viviendo un tiempo de esperanza donde lo social vuelve al centro de la agenda pública. Ahora tenemos el desafío de transformar las políticas sociales. Nuestro primer proyecto de ley será crear un Fondo Federal de Desarrollo Joven “Educación+Trabajo” para incluir anualmente a 450.000 jóvenes de 16 a 24 años. Para nosotros la política es un vínculo de encuentro entre los ciudadanos y los representantes. Por eso, el Fondo Federal que proponemos es un resultado de la participación y el trabajo conjunto de ciudadanos, profesionales y organizaciones de la sociedad civil. Creemos que hay que dar un paso más en las políticas públicas porque a los 18 años, en la edad que más apoyo necesitan, los jóvenes dejan de percibir la Asignación por Hijo y no hay programas masivos que vinculen educación y trabajo para el desarrollo de los mismos. El Fondo Federal sería financiado por el 1% del Presupuesto Nacional de cada año, más aportes de personas físicas y jurídicas y de organismos regionales e internacionales. Proponemos cambiar de paradigma y optimizar los recursos públicos para pasar de las políticas sociales tradicionales a nuevos programas que vinculen progreso educativo, formación laboral y acceso al primer empleo y al primer emprendimiento joven.

Estamos convencidos que promover el desarrollo humano integral libera a los jóvenes, mejora su calidad de vida y construye ciudadanía. Queremos generaciones de argentinos con educación de calidad y trabajo formal. Es ahora el momento de unirnos y lograrlo.

- ¿Cómo se implementaría el Fondo Federal de Desarrollo Joven?

Proponemos una innovación de gestión que garantice desarrollo de los jóvenes, distribución equitativa y descentralización de los recursos. El Fondo se implementaría por medio de una cuenta especial y en forma descentralizada en las provincias y los municipios de acuerdo al porcentaje de jóvenes de 16 a 24 años que habiten en los mismos según el Censo Nacional. A nivel Nacional proponemos crear una Agencia de Desarrollo Joven que asesore a las provincias y los municipios y fije indicadores de resultados para optimizar los recursos. A nivel municipal proponemos crear en los Municipios Foros de Desarrollo Local, Educación y Trabajo como nuevos espacios de articulación entre los gobiernos, las escuelas, las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y los sindicatos.

- ¿Cuáles serían los nuevos programas y a cuantos jóvenes podrían llegar los mismos?

La autentica inclusión, además de mejorar los ingresos, debe mejorar los vínculos y los afectos. Por eso, un primer programa es crear una red de 20.000 tutores de desarrollo joven con la misión de acompañarlos en la terminalidad educativa, la formación laboral y la realización de actividades deportivas, recreativas, culturales y solidarias que brinden motivación, autoestima, un sentido positivo a su vida. Los tutores son, una maestra, un técnico de club de barrio, es un cura, un pastor, son personas solidarias que tienen legitimidad en el barrio. En este programa es clave fortalecer a las organizaciones religiosas y de la sociedad civil que ya están trabajando y que merecen una reparación histórica por todo su servicio solidario. Un segundo programa es el incentivo de formación joven para brindarles a 250.000 jóvenes de 16 a 18 años un incentivo actualizable de $500 mensuales destinados a terminar la escuela secundaria, la formación laboral y para el desarrollo de emprendimientos. Aquí es clave el rol articulado entre escuelas, sindicatos y centros de formación laboral, como promotores de la cultura del trabajo.

Un tercer programa realmente innovar y que cambia el enfoque de las políticas públicas es el incentivo primer empleo joven para garantizar anualmente empleo formal a 150.000 jóvenes de 18 a 24 años, destinando a empresarios que contraten a los mismos una suma mensual de $2.000 en concepto de deducción impositiva por cada joven, debiendo el empresario completar el resto del salario. Este incentivo también esta previsto para el acceso al primer empleo de los jóvenes de los sectores medios de la sociedad. En este programa es clave la responsabilidad social empresaria. Finalmente un cuarto programa es el incentivo primer emprendimiento joven para brindar anualmente créditos a 50.000 jóvenes de 18 a 24 años con emprendimientos personales y asociados. Los jóvenes que creen microempresas y que cumplan los requisitos previstos también podrán acceder el Incentivo Primer Empleo Joven. Aquí los actores centrales son los jóvenes y su cultura del emprendimiento. Queremos incluir estas prioridades en la agenda electoral, queremos ser parte de la discusión de ideas, y llevar nuestras propuestas al Congreso de la Nación.

¿Además del Fondo Federal de Desarrollo Joven que otras propuestas presentaría en caso de ser electo legislador?

Ya estamos trabajando en la Prioridad Familias porque el desarrollo de los jóvenes está profundamente vinculado al fortalecimiento de sus familias. Asimismo, proponemos crear un Plan Integral de Salud Joven, tenemos que promover una cultura de la prevención, porque observamos que muchos jóvenes nunca se han realizado un control médico o no han continuado un tratamiento médico. Muchos carecen de historia clínica, es como si no tuvieran DNI de salud. Muchos no consiguen trabajo porque no logran pasar los exámenes preocupacionales.

En este Plan Integral, la prevención y asistencia de las adicciones debe ser una prioridad al igual que la lucha directa contra la venta de drogas que forma parte de la nueva agenda de los derechos humanos. También estamos elaborando proyectos para mejorar la seguridad pública y en este sentido proponemos la creación de una Unidad Especial de lucha contra la Narcocriminalidad. En la lucha contra la droga y por mas seguridad tenemos que unir vocación de servicio público, compromiso ciudadano e innovación de gestión.

Daniel Arroyo en "El juego limpio"

En la noche de ayer, Daniel Arroyo fue entrevistado por Nelson Castro en el programa "El juego limpio" que se emite por canal Todo Noticias. El reportaje giró en torno a la situación social en Argentina.

jueves, 23 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en Radio El Mundo

Hoy, Daniel Arroyo fue entrevistado por Pablo Wende en su programa "Pablo y a la Bolsa" que se emite por AM 1070 Radio El Mundo. El reportaje giró en torno a la situación social en Argentina y al aumento de la Asignación Universal por Hijo


miércoles, 22 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en Colón, Provincia de Buenos Aires

El día martes 28 de mayo, se llevará a cabo en la ciudad de Colón, Provincia de Buenos Aires,  la conferencia brindada por Daniel Arroyo en el marco del Plan Jurisdiccional de Vinculación Territorial para el Desarrollo Territorial. La conferencia girará en torno al desarrollo local y su implicancia en el ámbito educativo.

Daniel Arroyo en Chaco

Daniel Arroyo se encontrará el día de hoy en la provincia de Chaco dictando "Economía Social: Planificación, gestión y evaluación de proyectos". Dicho curso está organizado por la Escuela de Gobierno de Chaco.


martes, 21 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en las radios

Daniel Arroyo fue entrevistado por Tato Young en AM 790 Radio Mitre y por Lucrecia Bullrich en FM 94.7 Radio Palermo acerca de la situación social y la pobreza en la Argentina

Informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA


  La pobreza afecta al 39% de los chicos y adolescentes


En la Argentina, las carencias materiales marcan la vida de casi cuatro de cada diez chicos y adolescentes. Calculada con datos que se relevaron a fines de 2012, la pobreza afecta al 38,8% de los que tienen menos de 18 años, según un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA). Si se proyecta esa tasa a todo el país -según la información del censo nacional de 2010-, es posible estimar que unos 4,8 millones de chicos viven en hogares sin ingresos suficientes para comprar los bienes y servicios necesarios para la vida cotidiana. Y de ellos, 800.000 (el 9,5%) están en la indigencia, porque sus familias no pueden cubrir siquiera la alimentación básica.
El relevamiento, que abarcó a 5700 hogares de los centros urbanos con al menos 50.000 habitantes, detectó un avance de la pobreza respecto de 2011, cuando había sido de 37,2%. El informe señala que las tasas serían aún mayores de no ser por la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El avance de la tasa de pobreza entre los menores ocurrió por efecto de la inflación y de la caída de la actividad económica, que afectó con especial fuerza a sectores de la sociedad que en buena medida dependen de trabajos informales y sin continuidad. La crisis en ese segmento es un hecho del cual da indicios, por ejemplo, la suba de la tasa de subempleo (trabajo de jornada semanal inferior a las 35 horas) que se inició en 2012 y continúa este año.
El informe señala que si el Estado no pagara la AUH ni la pensión prevista para madres de siete o más hijos, la pobreza y la indigencia entre los menores llegarían a 42,9 y a 15,9%, respectivamente. Y si no se hubiera creado la asignación por hijo, pero se hubieran mantenido otros programas previos, las tasas serían de 40,4 y de 14,9 por ciento.
Sin embargo, más allá de ese efecto de la AUH, los analistas en cuestiones sociales advierten que los programas de transferencias de ingresos no son la salida para la problemática social. Son planes necesarios para dar respuestas de corto plazo, pero que no abarcan las cuestiones estructurales que condicionan el desarrollo de las personas, y conllevan el riesgo de que se genere una dependencia transmisible entre generaciones, sobre todo si no son acompañados por otras medidas.
El informe señala que el pago de planes sociales representa, en promedio, el 26,9% de los ingresos en hogares indigentes y el 16,2% en el caso de familias pobres. Y advierte que el hecho de que se den mejoras sociales gracias a esas transferencias refleja la existencia de un déficit grande en materia de autonomía económica de los hogares. "Las mejoras alcanzadas en el nivel de vida y bienestar de los hogares con niños y adolescentes menores de 18 años a través de la asistencia pública, aunque por demás imprescindibles, están lejos de ser una plataforma para la inclusión social", se destaca.
"El problema de la pobreza y la desigualdad estructural no se resuelve con transferencias, sino que debería proveerse a la población de un mejor hábitat urbano, una mejor educación y de doble jornada y trabajos más estables", dijo a LA NACION Agustín Salvia, investigador jefe del observatorio de la UCA. Agregó que para contribuir a ese último objetivo podría haber un plan para la creación de empleos productivos de cercanía, que incluyan la capacitación y que ofrezcan beneficios concretos a la comunidad, como el cuidado de chicos en guarderías.
Según Salvia, la asignación brinda una seguridad alimentaria mínima para las familias, pero de ninguna manera puede ser pensada como una vía para la salida de la pobreza.
Para Daniel Arroyo, ex secretario de Políticas Sociales de la Nación, la AUH ofrece como hechos beneficiosos el incentivo al consumo en comercios cercanos y la equiparación del mercado de trabajo formal con el informal (en cuanto a ese derecho social). "Pero lo que está faltando es un plan de políticas complementarias que incluyan a la gente en el mercado de trabajo", consideró. Según dijo, sería necesario apuntar a tres áreas: el desarrollo de la infraestructura, el empleo y la problemática de los jóvenes, entre quienes hay una alta tasa de inactividad.
La situación de vulnerabilidad social afecta, en términos relativos, mucho más a la población infantil que a la adulta, en gran medida a causa de la composición de los hogares que están en la pobreza.
La medición de la UCA arroja que 26,9% de todos los habitantes de la Argentina son pobres, según se conoció días atrás, en tanto que la indigencia afecta la vida de 5,8% de las personas. Las tasas, claro, distan mucho de las informadas por el Indec, que con una importante subestimación de los precios de los artículos de la canasta básica logra que su matemática arroje un resultado extraño enfrentado a la vida real. Para el Gobierno, la pobreza y la indigencia son realidades que afectan apenas al 5,4 y al 1,4% de los habitantes de la Argentina.

EL EMPLEO EN PROBLEMAS

En sentido contrario al de la tendencia de esos índices oficiales -para los que nada detuvo la caída, por lo menos hasta el segundo semestre de 2012-, los resultados del relevamiento de la UCA reflejan un incremento del número de pobres. Una razón fue el comportamiento que tuvo el mercado laboral: primero se estancó la creación de empleo y luego se destruyeron puestos en la actividad privada, lo que provocó la caída de los ingresos en muchos hogares -en especial, en los que dependen de tareas de la economía informal-. A eso se sumó al deterioro del valor de los ingresos por efecto de la creciente inflación. Esa pérdida de dinámica del empleo tuvo como causas, a su vez, la caída del nivel de inversión y de actividad. Y la baja siguió este año, según marca el informe de situación laboral difundido ayer por el Indec, que da cuenta de una suba del desempleo, de 7,1 a 7,9% en un año (ver página 10).
En la población que está en el núcleo duro de la pobreza, hay muchos que dependen de trabajos cuentapropistas, muchas veces de las llamadas "changas" que aparecen en forma intermitente. "Estos hogares quedan muy vulnerables" frente a contextos de inflación y menor actividad, afirmó Salvia.
En ese contexto, la AUH no logró evitar el crecimiento de la cantidad de niños en situación de pobreza, ni aun cuando en septiembre pasado el monto de la ayuda se elevó de 270 a 340 pesos mensuales. En rigor, mes tras mes se cobra el 80% de esa cifra y el resto se otorga una vez al año contra la certificación de la asistencia a la escuela de los niños y el cumplimiento de requisitos en materia de sanidad.
Un aspecto importante por tener en cuenta es que estos índices que marcan la problemática social sólo se refieren a la insuficiencia de ingresos en el hogar en el que se vive para acceder a determinados bienes y servicios. Queda al margen la observación de las condiciones en que viven las personas o en que crecen los niños, como la calidad y las prestaciones de sus viviendas, la posible contaminación del entorno o el nivel de acceso a servicios de educación y de sanidad que resulten adecuados.

INGRESOS QUE NO SON SUFICIENTES

El índice de pobreza se mide teniendo en cuenta los ingresos de los hogares y el costo de una canasta de bienes y servicios que varía según la edad y el sexo de las personas. En las familias donde el dinero resulta insuficiente, sus integrantes son considerados pobres.
De acuerdo con el relevamiento del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, el ingreso promedio por niño en los hogares indigentes es de $ 256,7 mensuales; en los hogares pobres es de $ 546.
Los planes sociales con transferencias del Estado mejoran el nivel de ingresos, sin ser una solución de fondo para la problemática social. Para las familias indigentes es un 26,9% del ingreso; para las pobres, representa el 16,2% del dinero obtenido.
(Nota publicada en el diario La Nación, 21 de mayo de 2013)

lunes, 20 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en las radios

Daniel Arroyo fue recientemente entrevistado por Oscar Gómez Castañon en Radio Colonia AM 550, por el programa 1 +1 = 3 que se emite por AM 1240 Cadena Uno,  por Daniel Soria en Radio General Güemes AM 1050, por Alejandro Fabbri en AM 750 En la Radio y por Radio El Mundo. Los reportajes giraron en torno a la situación social en Argentina y a la posible candidatura de Daniel Arroyo como diputado nacional.

viernes, 17 de mayo de 2013

Daniel Arroyo "Hay que crear un Fondo Federal para fortalecer a las organizaciones religiosas y sociales"


El Lic. Daniel Arroyo, Presidente de la Red de Prioridad Argentinas (RED PAR), anunció recientemente su paso del mundo académico y de la sociedad civil a la política para presentarse como candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. Tiene una amplia experiencia académica y de gestión, fue Vice-Ministro de Desarrollo Social de la Nación y Ministro del área en la Provincia de Buenos Aires. Señaló que “las religiones y la sociedad civil merecen una reparación histórica por todo su compromiso social, por eso proponemos crear un Fondo de Fortalecimiento de Organizaciones Solidarias”


¿Por qué se decidió pasar del mundo académico y de la sociedad civil al difícil y complejo mundo político?.

Estoy convencido que si queremos renovar la política es la hora que participemos todos. Hay un diagnóstico a nivel mundial, que también es aplicable a la Argentina, que señala que es la hora de los ciudadanos, el tiempo de la sociedad civil. Esta participación debe ser constructiva, creativa y canalizada por medio de los mecanismos de la democracia para lograr una mayor incidencia política. Tengo vocación de servicio público, por eso primero participé en la gestión ejecutiva y ahora he aceptado la propuesta de distintas organizaciones de ser candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires. Los ciudadanos debemos dar testimonio que es posible hacer política, ser honestos y tener nuevas ideas. Una forma de erradicar la corrupción es participando y hacer que la buena gente participe. Tenemos que pasar de espectadores a protagonistas, porque cuando los buenos se retiran quedan los vivos y los inescrupulosos.

Volvamos a la idea que es la hora de la sociedad civil ¿Cuál es hoy la situación de las entidades intermedias?

Las organizaciones religiosas y de la sociedad civil merecen una reparación histórica por todo su servicio solidario y por todo su compromiso por la calidad institucional y la justicia social. Un Estado concentrador debilita a la sociedad civil. Hoy realmente la están pasando económicamente muy mal, muchas están fundidas, embargadas, con problemas legales y estructurales. Además casi no tienen espacios institucionales donde participar, controlar, donde hacer oír su voz y presentar sus propuestas. Por ejemplo, en la práctica han desmantelado los Consejos Consultivos de los programas sociales, que eran garantía de transparencia y evitaban el clientelismo partidario. Las nuevas problemáticas de las organizaciones solidarias son una realidad invisible que queremos poner en el centro del debate y de la agenda pública. Tanto un mercado deshumanizado como un Estado burocratizado han intentado que solo sean parche para las crisis sociales y las emergencias climáticas. Las organizaciones solidarias no son descartables, debemos fortalecerlas, debemos recuperar al ideal de la comunidad organizada y solidaria.

Es interesante el concepto de sociedad civil descartable ¿Qué se podría hacer para fortalecer a las organizaciones religiosas y de la sociedad civil?

Primero es importante tomar conciencia que promover la solidaridad es una cuestión de interés público que beneficia a toda la ciudadanía, por eso proponemos crear un Fondo de Fortalecimiento de las Organizaciones Solidarias para fortalecer a las 80.000 entidades religiosas y de la sociedad civil de la Argentina. Este Fondo debería ser un derecho garantizado por un monto fijo incluido en el presupuesto de cada año. Un tema central es transformar la difícil realidad que hoy sufren las organizaciones solidarias porque pagan igual costo laboral que las empresas con fines de lucro. Ello les produce un serio déficit económico que limita su servicio al prójimo y al bien común. Realmente las organizaciones solidarias están en peligro. Tenemos que lograr una nueva legislación para eliminar lo que podemos denominar impuestos a la solidaridad. El trabajo en organizaciones solidarias debe tener un régimen  especial para entidades sin fines de lucro. Hay que ir a un sistema de gestión asociada donde el Estado reconozca el servicio de las redes solidarias y asuma el costo de los aportes laborales que las organizaciones religiosas y de la sociedad civil deben pagar a sus trabajadores por la seguridad social. Además habría que eliminar el I.V.A para la compra de productos con fines solidarios como alimentos, ropa y materiales de educación y formación laboral. Fortalecer a las religiones y a la sociedad civil es una inversión inteligente para crear nuevas formas de trabajo formal, ya que todo el ámbito del cuidado y el  servicio a las personas y a las familias es una oportunidad para ampliar el mercado laboral. Este Fondo que proponemos permitiría ampliar el servicio que brindan las organizaciones solidarias para construir ciudadanía, promover la educación y la cultura del trabajo, la prevención y asistencia de las adicciones y las redes de seguridad vecinal, entre otras iniciativas que forman parte de la agenda de prioridades de los ciudadanos. Finalmente vamos a presentar un proyecto de Ley para que todas las políticas sociales tengan un fuerte control ciudadano que ponga fin a la discrecionalidad y al clientelismo partidario.





jueves, 16 de mayo de 2013

Hoy, Daniel Arroyo en "Cuestiones y contrapunto" por Canal 7 Oeste

Hoy, a las 22 hs Daniel Arroyo será entrevistado por Miguel Ríos en su programa "Cuestiones y Contrapunto" que se emite por Canal 7 OESTE

Daniel Arroyo propone extender el modelo de inversión privada del corredor norte del GBA a toda la provincia de Bs.AS




El conurbano bonaerense, de los cordones a los corredores

POR DANIEL ARROYO PRESIDENTE DE LA RED DE PRIORIDADES ARGENTINAS


Los cambios que se registran en la zona más poblada del país muestran el quiebre entre el Norte -que ha progresado- y el Sur empobrecido.

Tradicionalmente se entendía al conurbano por “cordones”. El primer cordón, que comprende los municipios más cercanos a la Ciudad de Buenos Aires, estaba pensado como una zona con una mejor situación económica. Un segundo cordón, con municipios más alejados, donde la situación económica era vista como más crítica. Por último un tercer cordón en donde terminaba la zona urbana y comenzaba la zona semi-rural.

La idea de los tres cordones en el conurbano bonaerense ha quedado obsoleta, como consecuencia de los grandes cambios que se produjeron en el último tiempo. Ha cambiado no sólo en términos de modificaciones en las condiciones de vida sino que se ha “desenganchado” mucho el norte del sur.

En consecuencia, ya no es posible pensar al conurbano en términos de fcorrdones, sino de “corredores”.

El “corredor norte”, que abarca todos los municipios de la zona norte de la ciudad de Buenos Aires -desde San Isidro hasta Pilar y Escobar-, se ha desarrollado. Ha habido un importante aumento en infraestructura e inversión por parte del sector privado. Vastos ejemplos de este fenómeno están a la vista, en Tigre, Escobar y Pilar. Allí se desarrollo la infraestructura, la obra pública y la construcción privada que, en términos generales, han hecho que esa zona se “despegue” y que la gente que la habita se haya desenganchado del resto del conurbano. Han mejorado su situación, que se ha vuelto similar a la de la ciudad de Buenos Aires.

Por el contrario, la situación del “corredor sur”, desde Avellaneda hasta Florencio Varela o más lejos aún, Presidente Perón, se ha complicado cada vez más.

Con gran concentración de pobreza, tiene una situación económica muy dificultosa. El corredor oeste, que está en el medio y que tiene a La Matanza como municipio muy particular –gran extensión territorial- ha quedado en una situación intermedia. No ha tenido el despegue del corredor norte ni tiene las dificultades del corredor sur.

Por lo tanto, ya no es posible entender el conurbano en términos de “cordones” o de estar más lejos o más cerca de la ciudad, sino en términos de Norte-Sur. Esto representa un gran cambio.

El conurbano bonaerense es “el tema” de la Argentina en los próximos años: 11 millones de habitantes concentrados en poco espacio físico, un corredor norte que ha mejorado y se ha despegado del resto, un corredor sur con muchas dificultades y un gran desafío por delante. No sólo se trata de cómo evitar la migración y fortalecer el interior del país, sino de cómo dotar de buenos servicios de salud, educación y sobre todo generar las condiciones necesarias para que no tengamos distintos tipos de conurbano, sino que demos oportunidades especialmente a la población más numerosa de ese territorio y que peor se encuentra, que es la que vive en la zona sur.

(Nota publicada por diario Clarín, 16 de mayo de 2013)

miércoles, 15 de mayo de 2013

Prioridad Joven

En esta oportunidad, dejamos la presentación del libro "Prioridades para el desarrollo social, político y económico de los jóvenes" a cargo de Daniel Arroyo, realizada en la Ciudad de Buenos Aires. Para ver el video haga click en el siguiente enlace:  http://tinyurl.com/cvyftqd



martes, 14 de mayo de 2013

Daniel Arroyo sobre la economía social

En el marco de su visita a Chaco, para el dictado del curso "Economía social: Planificación, Gestión y Evaluación de Proyectos" Daniel Arroyo fue entrevistado sobre este tema.por la Escuela de Gobierno de Chaco.


Daniel Arroyo en Gral. San Martín


El día jueves 16 de mayo, Daniel Arroyo se encontrará brindando una conferencia de desarrollo local y su implicancia en el ámbito educativo en la localidad de Gral. San Martín. Dicho encuentro se lleva a cabo en el marco de las Jornadas de Formación para Docentes Vinculadores  Territoriales para el Desarrollo Regional.

lunes, 13 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en "Cámara Klipphan" por Canal 26

Daniel Arroyo fue entrevistado por Andrés Klipphan en su programa "Cámara Klipphan" que se emite por Canal 26 acerca de la problemática de los jóvenes que no estudian ni trabajan. Para ver los videos del programa haga click en el siguiente enlace http://tinyurl.com/bqf97z9

Daniel Arroyo en 9 de Julio

El día viernes 10 de mayo, se llevó a cabo en la localidad de 9 de Julio la conferencia brindada por Daniel Arroyo en el marco del Plan Jurisdiccional de Vinculación Territorial para el Desarrollo Territorial. La conferencia giró en torno al desarrollo local y su implicancia en el ámbito educativo.




viernes, 10 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en Chaco

Daniel Arroyo se encontrará el 21 de mayo en la provincia de Chaco dictando "Economía Social: Planificación, gestión y evaluación de proyectos". Dicho curso está organizado por la Escuela de Gobierno de Chaco.



jueves, 9 de mayo de 2013

Hoy, a las 22 hs, Daniel Arroyo por Canal Metro

Hoy, a las 22 hs, Daniel Arroyo será entrevistado por Fernando Carnota en su programa "Periodista 360" que se emite por Canal Metro. El reportaje girará en torno a la situación social y económica del país.


miércoles, 8 de mayo de 2013

Daniel Arroyo sobre el desarrollo social y la minería

Hoy, a partir de las 18,30 hs, en Costa Salguero, CABA. Daniel Arroyo estará exponiendo en el panel "Aportes para la construcción del diálogo y el Desarrollo Social en Minería” en el marco de la Jornada Arminera.

Presentación del libro "Prioridad Joven" en Formosa

El lunes 6 de mayo, en los salones de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Formosa, se llevó a cabo la presentación del libro “Prioridades para el desarrollo social, político y económico de los jóvenes”, publicación editada por ACEP, la Fundación Konrad Adenauer y la Red de Desarrollo Político (REDEPO). 







martes, 7 de mayo de 2013

Daniel Arroyo en Radio Cultura y Radio El Mundo

En el día de ayer, Daniel Arroyo fue entrevistado por Miguel Schiariti en su programa "Construcción Plural" que se emite por FM 97.9 Radio Cultura y por Silvio Huberman en el programa "La buena nueva" que se emite por AM 1070 Radio El Mundo. Los reportajes giraron en torno a la situación social en Argentina

lunes, 6 de mayo de 2013

Daniel Arroyo junto a Adolfo Pérez Esquivel y Daisaku Ikeda

El día 2 de mayo, en la Feria del Libro, Daniel Arroyo participó de la conferencia y presentación del libro de Adolfo Pérez Esquivel y Daisaku Ikeda "La Fuerza de la Esperanza - Diálogo con Daisaku Ikeda. Reflexiones sobre la paz y los derechos humanos en el tercer milenio"




Daniel Arroyo "Proponemos crear un Fondo para jóvenes"

Nota Publicada en El Cronista Comercial (2 de mayo de 2013)


Con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) y la Red de Prioridades Argentinas (RED PAR) tenemos una propuesta para el desarrollo social, político y económico de los jóvenes. Votar está bien, pero siento que los jóvenes sueñan con una educación que les permita conseguir trabajo y un trabajo que les permita salir de la pobreza y tener el techo propio. La Argentina tiene 900 mil jóvenes de 16 a 24 años que no estudian ni trabajan. Pero ahora también se suma las nuevas problemáticas que afectan a jóvenes de parte de los sectores medios de la sociedad. El gran desafío nacional es pasar de una generación de jóvenes inquilinos a una generación de jóvenes propietarios del terreno y la vivienda propia. También tenemos que ampliar el mercado laboral, innovar y promover nuevas formas de trabajo protegidos legalmente.
Argentina no tiene un déficit de dinero, sino un déficit de nuevas ideas y un déficit de pensamiento estratégico sobre cómo abordar la nueva cuestión social. El desarrollo de los jóvenes es posible porque no partimos de cero, ya hay buenas iniciativas como el Programa Envión de la Provincia de Buenos Aires y el Programa Primer Paso del Gobierno de Córdoba, que podemos fortalecer y masificar en todo el país.
Debemos pasar de las políticas sociales tradicionales a nuevos programas que vinculen progreso educativo, formación laboral y acceso al primer empleo y al primer emprendimiento joven. Proponemos crear un Fondo Federal de Desarrollo Joven Educación+Trabajo para incluir anualmente a 450.000 jóvenes de 16 a 24 años. El Fondo Federal sería financiado por el 1% del Presupuesto Nacional de cada año.
La autentica inclusión, además de mejorar los ingresos, debe mejorar los vínculos y los afectos. Por eso, un primer programa es crear una red de 20.000 tutores de desarrollo joven con la misión de acompañarlos en la terminalidad educativa, la formación laboral y la realización de actividades que den pleno sentido a su vida. En este programa, es clave fortalecer a las organizaciones religiosas y de la sociedad civil que ya están trabajando y que merecen una reparación histórica por todo su servicio solidario. Un segundo programa es el incentivo de formación joven para brindarles a 250.000 jóvenes de 16 a 18 años un incentivo actualizable de $500 mensuales destinados a terminar la escuela secundaria, la formación laboral y para el desarrollo de emprendimientos. Un tercer programa para realmente innovar y que cambia el enfoque de las políticas públicas es el incentivo primer empleo joven para garantizar anualmente empleo formal a 150.000 jóvenes
de 18 a 24 años, destinando a empresarios que contraten a los mismos una suma mensual de $2.000 en concepto de deducción impositiva por cada joven, debiendo el empresario completar el resto del salario. Este incentivo también está previsto para el acceso al primer empleo de los jóvenes de los sectores medios de la sociedad. Finalmente un cuarto programa es el incentivo primer emprendimiento joven para brindar anualmente créditos a 50.000 jóvenes de 18 a 24 años con emprendimientos personales y asociados.
Queremos incluir estas prioridades en la agenda electoral, queremos ser parte de la discusión de ideas, y llevar nuestras propuestas al Congreso de la Nación.

Presentación de "Prioridad Joven" en Formosa

Hoy, lunes 6 de mayo, a partir de las 18 hs. en los salones de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Formosa, se llevará a cabo la presentación del libro “Prioridades para el desarrollo social, político y económico de los jóvenes”, publicación editada por ACEP, la Fundación Konrad Adenauer y la Red de Desarrollo Político (REDEPO). 


Optimista, sobreocupado y militante


Daniel Arroyo en entrevista con Pablo Sirven

Casado, con dos hijos de 16 y 20 años, Daniel Arroyo tiene 46 años y, como el papa Francisco y Marcelo Tinelli, es de San Lorenzo.Vive en Olivos y viaja permanentemente por trabajo. Por eso sólo hace "algo" de tenis y de fútbol y lee mucho menos de lo que quisiera. "Estoy muy dominado por lo laboral, más de lo que debería", reconoce.Arroyo es presidente de Poder Ciudano y de la Red de Prioridades Argentinas, espacio integrado por distintas organizaciones sociales que busca abrir una agenda pública para el desarrollo integral de la Argentina.Tras tantos años en la actividad pública y de estar involucrado ahora en entidades intermedias, su vocación política no ha cesado y quiere construir una alternativa dentro del peronismo.

En el mapa ideológico, proviene de la centroizquierda, pero con "una clara tradición peronista".Ha trabajado en distintos organismos internacionales, es profesor de Flacso y de varias universidades, y es un experto en la planificación de municipios."Soy muy optimista sobre el futuro argentino. Creo que los próximos cinco años marcarán los siguientes veinte", finaliza.



domingo, 5 de mayo de 2013

Daniel Arroyo: "Si en 15 años de crecimiento no damos vuelta la pobreza, no lo hacemos más"

Entrevista Diario La Nación (5 de mayo)
Suplemento Enfoques (Edición impresa)
Por Pablo Sirven

Hablar con Daniel Arroyo no es sólo acceder a una persona que tiene las ideas muy claras en materia de qué debe hacerse con las políticas sociales, sino que, además, avala cada concepto con cifras y datos objetivos que dan aún mayor contundencia a sus afirmaciones.

Daniel Arroyo - Red PAR
El director ejecutivo de Poder Ciudadano cree que después de tantos años de crecimiento, esta generación tiene pendiente todavía el compromiso de erradicar de la Argentina la pobreza que, a pesar de las cifras distorsionadas del Indec, sigue siendo muy pronunciada tras diez años de modelo kirchnerista.

"La transferencia de recursos hacia los pobres y la concentración de los mismos -observa Arroyo- es propia de la salida de las crisis, pero hoy estamos en una segunda etapa y hay que cambiar los instrumentos." No hacerlo puede tener más que ver con querer "concentrar poder" que en solucionar verdaderamente los temas pendientes. "Pero si realmente queremos cambiar la situación -advierte-, también deberemos cambiar esos mecanismos."

Arroyo no es un simple teórico; ha desempeñado cargos afines con esta problemática, primero como secretario de Políticas Sociales y Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y luego como ministro de la misma área, pero en la provincia de Buenos Aires.

Para Arroyo, la "década ganada", que tanto promociona como eslogan el kirchnerismo, es sólo real si se compara con que en 2001 había un 57% de pobreza, puesto que reconoce que ése era "un piso muy catastrófico".

Señala que la década del 80 fue de crecimiento cero, la del 90 terminó en el caos anotado y en la última década "subimos un par de escalones, algo que no nos venía pasando desde hace rato".

Sin embargo, señala que "si enfocamos los últimos años no sólo ya no estamos subiendo escalones si no que esa marcha se ha trabado. La situación mejoró claramente, pero la discusión debe pasar ahora por cómo mejoramos más y para eso es necesario arrancar con otro ciclo de políticas sociales".

Arroyo considera que el tema vital es la vivienda, ya que "un adolescente que está hacinado en su casa en el conurbano se va a la esquina en busca de más aire, y ahí empieza a consumir, especialmente paco, porque si no lo hace no se integra en las redes del barrio".

Refiere que, cuando era chico, "al que no jugaba a la pelota le costaba hacerse un lugar en el barrio", y agrega que "hoy sucede eso con el que no consume". Entonces, "tiene un problema de salud, comienza la adicción, tiene problemas de endeudamiento y enseguida hay un vivo que se le acerca para plantearle cualquier idea. En los grandes centros urbanos ese ciclo dura seis meses: hacinamiento, adicción y endeudamiento". Quedan, según el titular de Poder Ciudadano, a las puertas del delito. "Hay como una profecía autocumplida en la que tenemos que actuar rápidamente para que no siga sucediendo".

-¿Por qué hay pobres?

Básicamente por tres razones. Una, porque no hay suficiente capacidad económica para que trabaje todo el mundo, aún en países de América latina con crecimiento alto que tienen mucha actividad primaria, pero sin una correlación entre el volumen de producción y la cantidad de trabajo que generan. Segunda causa: en la Argentina hay un tema de desigualdad. En la década del 70, la diferencia entre el 10% más pobre y el 10% más rico en materia de ingresos era de 7 a 1; en 2001, pasó de 44 a 1, y hoy es de 22 a 1. La desigualdad marca una apropiación de renta. Y tercero, no han existido políticas públicas que tomen como eje central resolver el tema de la pobreza. Para eso tienen que estar asociadas a la salud, la educación y el trabajo. Para que haya menos pobres, además, tiene que haber mejores viviendas y que el sistema educativo facilite un mecanismo más eficaz de entrada al mundo del trabajo y al sistema de salud. Después de diez años de la economía para arriba, es complejo que sigamos teniendo tan altos niveles de pobreza.

-¿De qué manera distinguimos pobreza de indigencia?

Me parece que hay algunos problemas sociales principales: uno es la pobreza estructural, calculada en un 22 o 23 por ciento, pero que algunos la estiman hasta en un 25%. En 2001 había 57% de pobreza y 28% de desocupación. Argentina históricamente tenía una pobreza de un dígito. Eso cambia a mediados de los 70. Allí se produce un quiebre profundo que se ahonda hasta avanzados los 90, combinando la desindustrialización con el retiro del Estado como ente regulador. La Argentina llegó a tener en los 70 sólo 4% de desempleo. Entonces había mucho empleo estatal directo y mucha actividad industrial, pequeña y mediana. El desarmado de esa actividad industrial trajo un aumento de la pobreza y de la desocupación. En la primera mitad de la década del 90, la situación mejoró, en parte con las privatizaciones que generaron inversión privada. Pero ya en el 95 la economía entró en una situación muy crítica y del 98 en adelante la Argentina tuvo recesión. Terminó en 2001 con un 57% de pobreza, 28% de desocupación y 60% de informalidad económica. Luego se revirtió eso hasta 2005 y de ahí en adelante la situación se estancó.

-¿No se aplican políticas correctas por ignorancia o hay una cuestión clientelar?

Más allá de lo clientelar, se está cerrando un ciclo de políticas sociales. Hay que distinguir entre problemas de primera y segunda generación. La primera atiende el hambre y lo básico; eso la Argentina lo fue cubriendo bastante bien. Hoy la política social cuenta con 43.000 millones de pesos para atender a los sectores pobres. De esa suma, 38.000 millones se vuelcan en transferencias de dinero a las personas directamente por la asignación universal por hijo y programas afines. Los índices de hambre en la Argentina son muy bajos, casi no hay. La Argentina es el país que tiene mayor nivel de cobertura de salud, educación y alimentación de América latina, cobertura que la gente consigue en una iglesia, un centro de atención primaria o en una escuela. El problema no es no tener para comer sino la calidad alimentaria, que hace que un chico en tercer grado aprenda mucho menos que otro si está mal alimentado.

-¿Cuáles son los peores problemas dentro de la pobreza?

La falta de vivienda y de trabajo. Pobreza estructural quiere decir tres cosas: no tener lo mínimo, ni piso de material ni servicios y ser parte de una pobreza intergeneracional, donde los padres y hasta los abuelos ya eran pobres, sin posibilidades de acceso al mundo del trabajo. Con respecto a hace diez años, los pobres tienen más asistencia por parte del Estado. Esto les da una mejor base de arranque. Ese aporte lo vuelcan todo al consumo y mensualiza sus cabezas. En 2001 la crisis no tenía horizonte. Hoy la inflación los complica, pero saben que el día 15 cobran, aunque no les alcanza del todo y hasta 2011 hubo movimiento de changas en los barrios. Tenemos pues varios problemas: pobreza estructural, informalidad económica. El 35% de la gente no tiene recibo de sueldo y eso es más grave en la Argentina que en otros lados porque tampoco cuentan con obra social, ni vacaciones ni sindicato que los defienda. Siguen fuera del sistema. La informalidad tiene una cara que es el trabajo no registrado y otra que es el cuentapropismo, a través de gasistas, plomeros y otros oficios.

-¿Cómo debería hacer el Estado para tener una política más eficaz que supere el mero subsidio a la pobreza?

Mi sensación es que hay que ir a una segunda generación de políticas sociales. Yo diría que una persona, si consigue trabajo, debería seguir cobrando el 100% del plan social, a los seis meses recién bajarlo al 80% hasta ir saliendo en dos años de esa asistencia. Mi impresión es que hay que ir hacia una lenta salida de los planes sociales al trabajo.

-¿Y hay voluntad de hacerlo?

Hay algunos intentos. El programa Argentina trabaja tiene el objetivo de armar cooperativas. Las personas trabajan cuatro horas en la construcción y tienen un ingreso de aproximadamente 1700 pesos por mes. Hay en el Ministerio de Trabajo programas para capacitar a los jóvenes, pero hay un tema de escala. La Argentina tiene 22% de pobreza estructural, 35% de informalidad económica, 900.000 jóvenes de 16 a 24 que no tienen trabajo y 4 millones de personas que no acceden a créditos bancarios. Los programas implementados están fuera de escala porque son sólo para 100.000 de los 900.000 que están desocupados. Al Estado no le falta acciones, pero son insuficientes.

-Daría la sensación de que hay más publicidad que lo que concretamente se hace para sacar a la gente de la pobreza.

-Cumplimos un ciclo de diez años con la economía para arriba y vamos por tres o cuatro más que podrían ser parecidos. Si en 15 años de una economía para arriba no damos vuelta la situación, no lo hacemos más. Creo que ésa es la misión que tenemos como generación. Seguramente hay quienes quieran seguir teniendo sectores cautivos, pero tengo claro que el ciudadano quiere autonomizarse, tener ingresos y no depender de nadie.

-¿Cuáles son los distintos tipos de reacciones de esos sectores más sumergidos?

Dentro de los sectores que reciben planes sociales hay distintas situaciones: están los que no van al mercado laboral porque no ven oportunidades, pero que entrarían si las tuviesen. Por otro lado, hay muy críticas problemáticas de adicción que necesitan acompañamiento permanente y en el medio hay un sector que tiene dificultades para insertarse porque necesita capacitación, ya que les falta conocimientos y habilidades. Mi impresión es que hay que orientarse hacia ese lado en los próximos años. La tentación de tener una masa de votantes a disposición siempre está latente, pero la verdad es que en la Argentina el ciudadano pobre tiene un voto racional y comparativo, piensa qué le conviene más y compara dentro de lo que hay. Pero son muy pocos los que se vinculan con los sectores pobres, con lo cual su marco de alternativas es menor que el de otros sectores.

-¿De qué manera se distribuye la pobreza en la Argentina?

La pobreza en la Argentina más aguda está en el Noroeste, en el Nordeste y en el conurbano bonaerense. Lo que pasa es que en el 1% del país viven 14 millones de habitantes. Más de un tercio de la población vive allí y eso es muy determinante. Pero la pobreza relativa es más sustantiva en el norte del país. Tienen un problema de pobreza estructural histórica, de déficit de infraestructura básica, con mucho retraso en vivienda y falta de mercado, con poca actividad privada. En la región centro se da la principal producción económica con industrialización. Allí hay menos pobreza estructural, pero hay mucho de lo que se denomina sector vulnerable, que consigue ingresos mediante changas. La región de Cuyo está más globalizada en términos generales. Históricamente tiene un problema de subempleo de gente que entra y sale de acuerdo con la actividad y las cosechas. El área metropolitana concentra todo junto, la pobreza, la violencia. La Patagonia, por su parte, tiene medio habitante por kilómetro cuadrado.

-¿No es un fracaso que diez años después de kirchnerismo siga habiendo un 22% de pobreza, aunque el Indec no lo reconozca?

Marca un poquito menos de 6% de pobreza y 1,7% indigencia. El Observatorio de la Deuda Social de la UCA, en cambio, señala cerca de un 26%. La inflación juega en contra de los más pobres, ya que gastan el 80% o más de sus ingresos en alimentos y transportes. Hay cuatro clases sociales: los pobres estrcturales, el sector de los vulnerables que no tienen plan pero que se autosostienen dependiendo del contexto económico (2011 fue un buen año, 2012 fue malo y 2013 parece no estar cambiando mucho). Después viene la clase media que tiene trabajo formal estatal o privado y que ostenta capacidad de planificar sus gastos. Y luego está la clase alta con sus altos niveles de consumo. El fenómeno más grave de la Argentina es de la fragmentación social. La tarea central será no solo achicar las diferencias entre clases, sino generar mecanismos de salida de los planes sociales al trabajo.

-Al engañar y autoengañarse con el Indec, el Gobierno ¿no enmascara los problemas?

Es un tema de imagen que en un momento tuvo que ver con la indexación de los bonos. Pero no veo que sea influyente a la hora de diseñar políticas públicas.

-¿Cómo incide en la pobreza la corrupción?

No tengo idea de cuánto altera la corrupción los presupuestos, pero además el problema adicional es que en la Argentina está instalada la idea de que el procedimiento y las reglas son para el que no tiene ninguna alternativa. Eso genera un esquema de discrecionalidad que en la política social se transforma en clientelismo.

-¿Cómo superar eso?

Fui viceministro de la Nación y luego ministro en la provincia de Buenos Aires. Manejé presupuestos de desarrollo social entre 2003 y 2009 de 18.000 millones de pesos para encarar los problemas de la pobreza. Entendí que mi capital era mi nombre y la forma de sacar los mecanismos de la corrupción es haciendo que la buena gente participe. Cuando los buenos se retiran quedan los vivos y los inescrupulosos.

-¿Qué pesó más en la Argentina de los últimos años? ¿Las buenas políticas o los términos de intercambio favorables?

Está claro que la Argentina y otros países de América latina producen alimentos que hoy valen y en que en los 90, en cambio, no valían nada. Con las políticas de transferencia de dinero a los sectores más relegados y el contexto macroeconómico tiró para adelante. De 2003 a 2007 la Argentina creó empleo, de 2007 a 2009 bajó y de 2009 a 2011 volvió a crecer, pero sólo por impulso del Estado que ha avanzado sobre lo que tenía que avanzar y sobre lo que no, también. Hoy necesitamos un punto de equilibrio con un Estado que regule, sin ahogar.


sábado, 4 de mayo de 2013

Entrevista en Radio América

Hoy, Daniel Arroyo fue entrevistado por Martín Granovsky en su programa "Por simple curiosidad" que se emite por AM1190 Radio América. El reportaje giró en torno a las características de la pobreza en Argentina, los principales desafíos y las propuestas sobre cómo revertirla.


viernes, 3 de mayo de 2013

Entrevista en "Antes que mañana" por Radio Continental


El día 30- 4 Daniel Arroyo fue entrevistado por Paulino Rodrigues en su programa “Antes que mañana” que se emite por AM 590, Radio Continental. El reportaje giró en torno a la presentación del Fondo Federal de Desarrollo Joven “Educación + Trabajo”.


Daniel Arroyo en "La Voz del Interior"


Alertan que sigue creciendo la pobreza y está en un 22%

El exfuncionario Arroyo planteó seguir con la AUH pero facilitando el ingreso al mercado laboral. Se cumplieron 10 años del Banco de la Gente.


Sin datos oficiales confiables, los especialistas en temas vinculados a desarrollo social sos­tienen que la pobreza ha vuelto a crecer en Argentina y es hoy uno de los problemas más graves que tiene el país.
Daniel Arroyo, exnúmero dos de Alicia Kirchner en Desarrollo Social y exministro de esa área de Daniel Scioli, sostuvo ayer en Córdoba que en el país hay un 22 por ciento de 
la población en condición de pobreza estructural. Hay que recordar que según los últimos datos del Indec, hay 5,9 de pobres y 1,7 de indigentes.
Explicó que los datos del Indec no son “creíbles ni por los propios funcionarios nacionales, que diseñan sus políticas a partir de otros elementos contundentes de la realidad”.
Sostuvo que a partir de la falencia de esas mediciones, hay que guiarse por otras estimaciones como las que hacen el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina o consultoras privadas.
“Lo que está claro es que desde 2003 hasta 2011 hubo un claro y drástico descenso de la pobreza, pero desde 2011 para acá, todos los indicadores coinciden en que se viene incrementando paulatinamente”, acotó. Arroyo participó de los actos por los 10 años del Banco de la Gente, que depende del Ministerio de Desarrollo Social de Cór­doba y se encarga de dar créditos, asistencia y promoción a microemprendimientos para proyectos productivos, comerciales o de servicios. Otorga líneas de préstamo de hasta 5 mil pesos individuales y hasta 15 mil para asociaciones, a 36 meses sin interés.
El ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Daniel Passerini, destacó el rol que 
ha tenido el Banco de la Gente al lograr “inclusión social, afianzar la cultura del trabajo y reconstruir el entramado social”.
Al encuentro asistieron también la presidenta de la Fundación Banco de Córdoba, Adriana Nazario; el ministro de Producción, Jorge Lawson; el presidente de la Agencia de Promoción del Empleo, Juan Grosso; el titular del Banco de la Gente, Fabricio Motta; y legisladores provinciales y cooperativistas.
Los problemas. Arroyo arrancó su exposición resaltando esta iniciativa y otros planes como el Programa Primer Paso (PPP) de la gestión de José Manuel de la Sota porque “tienen continuidad en el tiempo como política de Estado y por la articulación del sector público y privado”.
El exfuncionario nacional y especialista en temas de economía social explicó que junto con la pobreza, la Argentina tiene como grandes problemas la informalidad laboral, con un 35 por ciento de trabajadores que no tienen recibo de sueldo. “Esto implica que no acceden ni a jubilación, ni a obras sociales, ni a crédito bancario, con todo lo que ello implica”, sostuvo.
También apuntó que hay unos 16 mil jóvenes que no ­estudian ni trabajan, y que constituyen hoy una población de riesgo.
Arroyo defendió la Asignación Universal por Hijo (AUH) y bregó por su continuidad en el tiempo. No obstante, dijo que hay que ir diseñando mecanismos para que este plan “no complique el acceso al mercado laboral”.
“La gente que tiene la AUH no le conviene dejar un plan seguro por un trabajo que puede durar unos meses”, arguyó. Y para eso propuso que haya un plan progresivo para que la AUH se siga cobrando aún si el beneficiario consiguió trabajo, y se vaya reduciendo el porcentaje a medida que crece la antigüedad en ese empleo.
En manos de la Nación
Uno de los ­puntos en el que hizo hincapié Daniel Arroyo fue en la ­extrema concentración de los recursos de planes sociales en el Estado Nacional. De los 43 mil millones destinados a gasto social, el 70 por ciento lo maneja la Nación, el 23 por ciento las provincias y el otro siete los municipios.
“Nadie sabe mejor qué demandas y cómo atenderlas que el gobernante más próximo. No se pueden diseñar todos los planes desde un escritorio en Buenos Aires. Lo ideal es que la Nación maneje los planes macro, como la Asignación Universal por Hijo, y deje en provincias y municipios el resto”, aconsejó.