Bienvenidos al blog con reflexiones y actualidad sobre políticas públicas para la Argentina que viene.
viernes, 26 de marzo de 2010
Presentación del libro "Políticas sociales. Ideas para un debate necesario" en el Senado
El libro "Políticas sociales. Ideas para un debate necesario", de Daniel Arroyo, se presentará el martes 6 de abril, a las 12.30, en el Salón "Manuel Belgrano" del Senado de la Nación (Hipólito Yrigoyen 1708 - Piso 4°). La presentación estará a cargo de Washington Uranga. También participarán el Secretario General de la Asociación del Personal Legislativo (APL) y Vanesa Wainstein.
Publicado por Editorial La Crujía, "Políticas sociales. Ideas para un debate necesario" plantea una serie de propuestas para la situación social de la Argentina. El debate sobre las nuevas ideas y enfoques en política social se ha reabierto hoy más que nunca por motivos conocidos: el aumento de la pobreza, el crecimiento de la brecha entre ricos y pobres -que marca una desigualdad preocupante- y, sobre todo, por la contradicción permanente entre las suposiciones sobre lo que “habría que hacer” y los hechos concretos de combate a la pobreza y a la desigualdad social.
A través de los cuatro ejes que constituyen el objeto de análisis de este libro, se presentan en un profundo análisis los desafíos y las oportunidades que tenemos los Argentinos para consolidar un proceso de crecimiento con desarrollo, con equidad, con inclusión, con justicia social, con más participación de los sectores y actores sociales, con desarrollo local, con compromiso de las instituciones y de la ciudadanía, con el pleno ejercicio de los derechos básicos que se nos han conferido y con la esperanza que en la construcción de las políticas sociales, que hoy tengamos la capacidad de pensar y hacer, será el escenario donde nuestros niños y jóvenes crezcan y se desarrollen con la calidad de vida que les procuremos.
miércoles, 17 de marzo de 2010
"La pobreza tiene que ver con la dificultad para acceder al crédito"
(Entrevista publicada en el diario Buenos Aires Económico, miércoles 17 de marzo de 2010)
Por Héctor Medina
Daniel Arroyo, el titular del Programa "Fuerza Solidaria" del Banco Provincia, aseguró que esta política de microcréditos permite articular el trabajo del Estado con entidades no gubernamentales para facilitar el acceso al financiamiento de trabajadores independientes que están marginados del sistema financiero.
–¿Cómo es la operatoria de “Fuerza Solidaria”?
–Es un fondo fiduciario de $30 M, que opera como segundo piso y transfiere a instituciones o asociaciones civiles tipo Cáritas, organizaciones sociales o empresas recuperadas, con el objetivo de que le puedan dar crédito a los pequeños emprendedores. La Argentina tiene del sector que trabaja un 40% en el sector informal, y ese sector tiene un tercio que es trabajo en negro; el resto son cuentapropista que no acceden al crédito bancario por falta de casa, por falta de auto, porque no califican para el crédito bancario y tienen un atraso tecnológico de unos diez años. Es un carpintero que no tiene una sierra circular, una señora que cose ropa y no tiene una máquina de coser adecuada.
–¿Esto ayuda a mejorar la empleabilidad de ese segmento de población?
–Mejora la empleabilidad en términos de capacitación pero también en cuanto a máquinas herramientas para esa gente. El monto promedio que se da a cada organización es de $300.000, el monto que le llega a la persona en general es de hasta $15.000; son créditos subsidiados con tasas del 6 al 8% anual. La idea es darle 75% del crédito a gente que está haciendo algo y se refuerce, y un 25% a gente que no tenía emprendimiento y se capitaliza por primera vez; a eso lo llamamos proyecto experimental.
–¿Cómo se seleccionan los proyectos?
–Esto se hace a través de las instituciones, porque la gente no toma crédito directamente con el banco; en general son instituciones sociales como Cáritas, que arrancaron desde lo social y se han orientado a lo productivo, o también instituciones grandes como empresas recuperadas que tienen 200 o 300 trabajadores, que en su momento quebraron, les quedó la propiedad a los trabajadores y en general les falta capital de trabajo, les faltan insumos.
–¿Recuerda alguna en particular?
–Muchas, hoy estamos trabajando con cuarenta y dos empresas de este tipo, casos concretos en Vicente López tenés a Constituyentes, que hace tubos y que está interactuando con su principal comprador que es Techint; los jugos Suin en el caso de la zona Sur, que también fue recuperada, o las pinturas Cintoplom, empresas que quebraron por dos situaciones: en parte importante, porque en el 2001 el país se quebró, y otras han sido quiebras fraudulentas, otras situaciones. Lo que hace la Justicia en este caso es darles primero el comodato, de forma de que los obreros puedan operar y después poder comprar la empresa. Una vez que tienen el comodato nosotros podemos empezar a operar con los trabajadores. No son sólo créditos de $5.000 para comprar un escáner, sino también de hasta $300.000 para este tipo de empresas.
–¿En esos casos también hay una entidad de por medio o directamente tratan con la recuperada?
–El esquema es entidad de por medio cuando hay un emprendedor “suelto”, o instituciones que en sí mismas toman crédito, como pueden ser una cooperativa eléctrica o este tipo de empresas.
–Es decir que con el crédito trabajan, devuelven, después pueden tomar otro crédito…
–Así es como funciona. En la provincia de Buenos Aires el gobierno y Lotería subsidian tasa, pero en todo el país hay alrededor de cuatro millones de personas en esta situación. Hoy la pobreza tiene tres características: pobreza extrema, las personas que no tienen lo básico, 900.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, que es otro segmento muy crítico, y el mundo de la informalidad económica, que es pobre o no dependiendo de cómo funciona la construcción, los textiles, metalmecánica, frigoríficos, o el calzado, que son sectores que cuando hay una changuita pintan la casa o si no, no. Apostar a una política de reducción de la pobreza en la Argentina pasa por una política estructural a diez años, uno de cuyos principales componentes tiene que ser la política de microcréditos, y los únicos que los pueden sostener son el Estado o la banca pública porque esto requiere de mucha gente.
–¿Cree que habría que generalizar la política de microcréditos?
–El cuentapropismo es un elemento clave porque son los sectores que más posibilidad tienen de salir de la pobreza rápidamente. La pobreza muchas veces tiene que ver con la imposibilidad de acceder al capital.
Por Héctor Medina
Daniel Arroyo, el titular del Programa "Fuerza Solidaria" del Banco Provincia, aseguró que esta política de microcréditos permite articular el trabajo del Estado con entidades no gubernamentales para facilitar el acceso al financiamiento de trabajadores independientes que están marginados del sistema financiero.
–¿Cómo es la operatoria de “Fuerza Solidaria”?
–Es un fondo fiduciario de $30 M, que opera como segundo piso y transfiere a instituciones o asociaciones civiles tipo Cáritas, organizaciones sociales o empresas recuperadas, con el objetivo de que le puedan dar crédito a los pequeños emprendedores. La Argentina tiene del sector que trabaja un 40% en el sector informal, y ese sector tiene un tercio que es trabajo en negro; el resto son cuentapropista que no acceden al crédito bancario por falta de casa, por falta de auto, porque no califican para el crédito bancario y tienen un atraso tecnológico de unos diez años. Es un carpintero que no tiene una sierra circular, una señora que cose ropa y no tiene una máquina de coser adecuada.
–¿Esto ayuda a mejorar la empleabilidad de ese segmento de población?
–Mejora la empleabilidad en términos de capacitación pero también en cuanto a máquinas herramientas para esa gente. El monto promedio que se da a cada organización es de $300.000, el monto que le llega a la persona en general es de hasta $15.000; son créditos subsidiados con tasas del 6 al 8% anual. La idea es darle 75% del crédito a gente que está haciendo algo y se refuerce, y un 25% a gente que no tenía emprendimiento y se capitaliza por primera vez; a eso lo llamamos proyecto experimental.
–¿Cómo se seleccionan los proyectos?
–Esto se hace a través de las instituciones, porque la gente no toma crédito directamente con el banco; en general son instituciones sociales como Cáritas, que arrancaron desde lo social y se han orientado a lo productivo, o también instituciones grandes como empresas recuperadas que tienen 200 o 300 trabajadores, que en su momento quebraron, les quedó la propiedad a los trabajadores y en general les falta capital de trabajo, les faltan insumos.
–¿Recuerda alguna en particular?
–Muchas, hoy estamos trabajando con cuarenta y dos empresas de este tipo, casos concretos en Vicente López tenés a Constituyentes, que hace tubos y que está interactuando con su principal comprador que es Techint; los jugos Suin en el caso de la zona Sur, que también fue recuperada, o las pinturas Cintoplom, empresas que quebraron por dos situaciones: en parte importante, porque en el 2001 el país se quebró, y otras han sido quiebras fraudulentas, otras situaciones. Lo que hace la Justicia en este caso es darles primero el comodato, de forma de que los obreros puedan operar y después poder comprar la empresa. Una vez que tienen el comodato nosotros podemos empezar a operar con los trabajadores. No son sólo créditos de $5.000 para comprar un escáner, sino también de hasta $300.000 para este tipo de empresas.
–¿En esos casos también hay una entidad de por medio o directamente tratan con la recuperada?
–El esquema es entidad de por medio cuando hay un emprendedor “suelto”, o instituciones que en sí mismas toman crédito, como pueden ser una cooperativa eléctrica o este tipo de empresas.
–Es decir que con el crédito trabajan, devuelven, después pueden tomar otro crédito…
–Así es como funciona. En la provincia de Buenos Aires el gobierno y Lotería subsidian tasa, pero en todo el país hay alrededor de cuatro millones de personas en esta situación. Hoy la pobreza tiene tres características: pobreza extrema, las personas que no tienen lo básico, 900.000 jóvenes que no estudian ni trabajan, que es otro segmento muy crítico, y el mundo de la informalidad económica, que es pobre o no dependiendo de cómo funciona la construcción, los textiles, metalmecánica, frigoríficos, o el calzado, que son sectores que cuando hay una changuita pintan la casa o si no, no. Apostar a una política de reducción de la pobreza en la Argentina pasa por una política estructural a diez años, uno de cuyos principales componentes tiene que ser la política de microcréditos, y los únicos que los pueden sostener son el Estado o la banca pública porque esto requiere de mucha gente.
–¿Cree que habría que generalizar la política de microcréditos?
–El cuentapropismo es un elemento clave porque son los sectores que más posibilidad tienen de salir de la pobreza rápidamente. La pobreza muchas veces tiene que ver con la imposibilidad de acceder al capital.
Encuentro de Instituciones de Microcrédito
Fuerza Solidaria organiza el “Primer Encuentro de Instituciones de Microcrédito” financiadas por este programa desarrollado de forma conjunta por el Banco Provincia, Loterías de Buenos Aires y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
El evento se realizará el próximo viernes 19 de marzo, desde las 10 hasta las 17, en la sede del Club Banco Provincia de Vicente López (Hipólito Yrigoyen 803). Estará presente Daniel Arroyo, presidente de Fuerza Solidaria, y se espera la participación de más de 100 emprendedores e integrantes de proyectos de economía social de distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires que fueron financiados por el programa.
Desde su lanzamiento en 2007 hasta febrero de 2010, Fuerza Solidaria ha aprobado un monto de créditos que asciende a $27.069.537. Se trata de 79 créditos para proyectos de Economía Social y 47 créditos para Instituciones de Microfinanzas distribuidas en todo el territorio provincial. El programa se destaca por su bajo nivel de morosidad, que llega a sólo 2,87% sobre el capital vencido.
Fuerza Solidaria brinda crédito a quienes no acceden al crédito. Se trata de una iniciativa del Banco de la Provincia de Buenos Aires que apoya el fortalecimiento de las organizaciones de la economía social que desarrollan actividades comunitarias, sociales y asociativas de producción de bienes y servicios y/o comerciales. Cuenta con líneas de crédito destinadas a Proyectos de la Economía Solidaria (PES) y a Instituciones de Microcrédito (IMF). Y brinda Asistencia Técnica y Capacitación.
El evento se realizará el próximo viernes 19 de marzo, desde las 10 hasta las 17, en la sede del Club Banco Provincia de Vicente López (Hipólito Yrigoyen 803). Estará presente Daniel Arroyo, presidente de Fuerza Solidaria, y se espera la participación de más de 100 emprendedores e integrantes de proyectos de economía social de distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires que fueron financiados por el programa.
Desde su lanzamiento en 2007 hasta febrero de 2010, Fuerza Solidaria ha aprobado un monto de créditos que asciende a $27.069.537. Se trata de 79 créditos para proyectos de Economía Social y 47 créditos para Instituciones de Microfinanzas distribuidas en todo el territorio provincial. El programa se destaca por su bajo nivel de morosidad, que llega a sólo 2,87% sobre el capital vencido.
Fuerza Solidaria brinda crédito a quienes no acceden al crédito. Se trata de una iniciativa del Banco de la Provincia de Buenos Aires que apoya el fortalecimiento de las organizaciones de la economía social que desarrollan actividades comunitarias, sociales y asociativas de producción de bienes y servicios y/o comerciales. Cuenta con líneas de crédito destinadas a Proyectos de la Economía Solidaria (PES) y a Instituciones de Microcrédito (IMF). Y brinda Asistencia Técnica y Capacitación.
Capacitan a agentes de Desarrollo Social del Chaco en políticas públicas
(publicado en www.datachaco.com, miércoles 17 de marzo de 2010)
El espacio de formación busca brindar herramientas a cuadros y técnicos de esa dependencia que tienen como propósito promover acciones que garanticen la equidad territorial. El 29 y el 30 de marzo se realizará el segundo módulo de esta capacitación que tiene como disertante a Daniel Arroyo.
El primer módulo de los tres que se dictarán por la capacitación en Políticas Sociales y Planificación para el Desarrollo Local comenzó ayer en la Escuela de Gobierno. La actividad está organizada en forma conjunta por ese apéndice de la cartera económica provincial y el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos.
Agentes de la cartera social, miembros de Unidades de Desarrollo Territorial (UDT) y público en general participan de esta alternativa de formación que tiene como propósito el fortalecimiento de las capacidades técnicas y de gestión de los equipos encargados del diseño, implementación y evaluación en políticas sociales a nivel provincial y local.
Las clases son dictadas por Daniel Arroyo, ex viceministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires y actual funcionario del Banco de la Provincia de Buenos Aires a cargo del área Microcréditos, que además cuenta con una amplia trayectoria en el campo de la enseñanza de diseño e implementación de políticas sociales. En la etapa que arrancó ayer y se extenderá hasta hoy por la tarde, se abordarán cuestiones vinculadas a la situación social en Argentina y el desarrollo “desde abajo”.
LLENAR EL VACIAMIENTO IDEOLÓGICO
En la presentación de la capacitación, la ministra de Desarrollo Social y Derechos Humanos, Beatriz Bogado, valoró este espacio que contribuye al perfeccionamiento de cuadros y técnicos tanto de la Administración Pública Provincial. “Esta gestión de Gobierno trabaja para llenar un vaciamiento ideológico con políticas de capacitación constantes. Venimos de una etapa de un Estado ausente que provocó una tragedia social que sólo se revierte con la presencia sólida de un Estado presente en materia, educativa, sanitaria, política y cultural”, reflexionó la funcionaria.
A su turno, Daniel Arroyo destacó la conformación de estos espacios que buscan perfeccionar la labor de técnicos que implementan las políticas sociales. “Lamentablemente, el NEA y el NOA son regiones marcadas por la pobreza estructural, zonas en las que se debe trabajar en la promoción de la inclusión social, la reducción de la precarización laboral y lograr la descentralización del Estado para fortalecer la tarea de las organizaciones locales”, consideró.
El funcionario del Banco Provincia de Buenos Aires se mostró complacido por la convocatoria para ser disertante en esta capacitación y señaló al gobernador Jorge Capitanich como uno de los “cuadros mejor preparados en la implementación de políticas públicas”.
CÓMO SIGUE
El segundo módulo del curso que se dicta en la sede de la Escuela de Gobierno (Roque Sáenz Peña 143), se realizará el 29 y 30 de marzo y lleva como nombre “La planificación de la gestión social municipal”, mientras que el 5 y 6 de abril, en la última etapa de esta alternativa de formación, Daniel Arroyo disertará sobre políticas de inclusión socioproductivas.
Celebran ampliación de la asignación familiar
(publicado en el portal www.infocielo.com, martes 16 de marzo de 2010)
El ex ministro de Desarrollo Social bonaerense, Daniel Arroyo, elogió la decisión del gobierno nacional de extender la asignación universal por hijo a sectores que hasta ahora habían quedado afuera del sistema, y dijo que en esta etapa deben ser incluidos los monotributistas y aquellos que ganan más de 1.500 pesos en la economía informal.
En declaraciones a Radio Provincia, Arroyo consideró que “es un avance importante”, al tiempo que recordó que “la idea original era extender el salario familiar a todos los que no lo cobraban, sólo lo cobraban los que tenían trabajo y los que lo deducían de ganancias, el resto no”.
“En la primera fase se incluyó a gran parte del sector informal pero se dejó afuera a los que cobran más de 1.500 y los monotributistas y el objetivo es llegar a todos para que sea realmente universal”, consignó el ex funcionario,
Arroyo, quien también desempeñó tareas en el área de Desarrollo Social de la Nación, destacó que “la primer fase fue la más fácil porque fue cruzar datos, ahora hay que buscar a la gente que no se mueve, la que está en situación crítica, la gente que no tiene documentos, por eso ahora hay que hacer un trabajo fuerte para salir a buscarla e incluir a monotributistas y los que ganan más de 1.500 pesos” en el sector informal.
En tanto, aseguró que “la ANSES tiene capacidad de captar bases de datos pero el que conoce el barrio de verdad es el gobierno local, la comisión de fomento, la maestra, hay que poner a todas esas instituciones para relevar” a los que faltan para que puedan ser incluidos en la asignación universal.
En relación a la pobreza y la situación social en la Argentina, el ex ministro reconoció que “del 2007 al 2009 se complicó la situación social, hoy hay mejoras pero tenemos una pobreza cercana al 35%” y señaló que el avance de esa situación dependerá de cuestiones como “la inflación, cuánto de la mejora económica” hace que se genere trabajo e incluya trabajadores “y cuánto se extienda la asignación universal”.
El gobierno nacional incorporaría 150 mil beneficiarios a la Asignación Universal por Hijo, pues actualmente, el programa llega a 3 millones 500 mil chicos menores de 18 años.
La ampliación se haría por decreto, luego de los reiterados reclamos de la oposición y la Iglesia, e implicaría incluir como beneficiarios a los hijos de monotributistas de las categorías más bajas.
El ex ministro de Desarrollo Social bonaerense, Daniel Arroyo, elogió la decisión del gobierno nacional de extender la asignación universal por hijo a sectores que hasta ahora habían quedado afuera del sistema, y dijo que en esta etapa deben ser incluidos los monotributistas y aquellos que ganan más de 1.500 pesos en la economía informal.
En declaraciones a Radio Provincia, Arroyo consideró que “es un avance importante”, al tiempo que recordó que “la idea original era extender el salario familiar a todos los que no lo cobraban, sólo lo cobraban los que tenían trabajo y los que lo deducían de ganancias, el resto no”.
“En la primera fase se incluyó a gran parte del sector informal pero se dejó afuera a los que cobran más de 1.500 y los monotributistas y el objetivo es llegar a todos para que sea realmente universal”, consignó el ex funcionario,
Arroyo, quien también desempeñó tareas en el área de Desarrollo Social de la Nación, destacó que “la primer fase fue la más fácil porque fue cruzar datos, ahora hay que buscar a la gente que no se mueve, la que está en situación crítica, la gente que no tiene documentos, por eso ahora hay que hacer un trabajo fuerte para salir a buscarla e incluir a monotributistas y los que ganan más de 1.500 pesos” en el sector informal.
En tanto, aseguró que “la ANSES tiene capacidad de captar bases de datos pero el que conoce el barrio de verdad es el gobierno local, la comisión de fomento, la maestra, hay que poner a todas esas instituciones para relevar” a los que faltan para que puedan ser incluidos en la asignación universal.
En relación a la pobreza y la situación social en la Argentina, el ex ministro reconoció que “del 2007 al 2009 se complicó la situación social, hoy hay mejoras pero tenemos una pobreza cercana al 35%” y señaló que el avance de esa situación dependerá de cuestiones como “la inflación, cuánto de la mejora económica” hace que se genere trabajo e incluya trabajadores “y cuánto se extienda la asignación universal”.
El gobierno nacional incorporaría 150 mil beneficiarios a la Asignación Universal por Hijo, pues actualmente, el programa llega a 3 millones 500 mil chicos menores de 18 años.
La ampliación se haría por decreto, luego de los reiterados reclamos de la oposición y la Iglesia, e implicaría incluir como beneficiarios a los hijos de monotributistas de las categorías más bajas.
Una soga para empezar a salir del subsuelo
(publicada en el diario Página 12, martes 16 de marzo de 2010)
Por David Cufré
La asignación por hijo logró reducir a la mitad la indigencia entre los menores de 18años. A cuatro meses de la implementación del programa, un informe de la Anses al que accedió Página/12 destaca que la indigencia por ingresos bajó de 6,6 a 3,4 por ciento gracias a los 180 pesos por mes por hijo que cobran los beneficiarios. Se trata de una estimación en base a la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre de 2009, que es la última disponible. La cifra coincide con otros estudios del sector privado que proyectaban una caída de esa magnitud. La pobreza, a su vez, disminuyó 4,4 puntos, de 23,3 a 18,9 por ciento entre los niños y adolescentes. Otro dato significativo que manejan en el organismo de la seguridad social es que el 95 por ciento del subsidio es utilizado para la compra de alimentos. Una experiencia previa en la provincia de Buenos Aires demostró que carnes, verduras, lácteos, galletitas y yerba mate encabezan la lista.
La asignación por hijo arrancó en noviembre. Desde entonces y hasta febrero inclusive la Anses de-sembolsó 1629,9 millones de pesos entre los beneficiarios. En la actualidad son 3.384.546 chicos, que forman parte de 1.732.530 familias. En promedio, cada una de ellas recibió 284 pesos por mes, a razón de casi dos hijos por hogar. Esos ingresos son los que lograron una fuerte reducción de la pobreza y la indigencia entre los menores de 18 años.
La estimación está hecha en base a la EPH del segundo trimestre de 2009. De aquel momento a la actualidad hubo un aumento del 13,3 por ciento de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que se utiliza para establecer la línea de indigencia, y del 14,5 en la Canasta Básica Total, que fija la línea de pobreza. Eso podría acotar la mejora en esos rubros provocada por la asignación por hijo, pero todavía no se conoce cómo evolucionaron los ingresos de los inscriptos en el plan como para llegar a un resultado exacto.
Para que el poder de compra no caiga es fundamental que la asignación por hijo tenga algún esquema de movilidad. De acuerdo con las expresiones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando se lanzó el programa, el subsidio a la niñez aumentará en el mismo porcentaje que suban las asignaciones familiares de los trabajadores en relación de dependencia. Sin embargo, eso no está puntualizado en el decreto de necesidad y urgencia que estableció el régimen.
Más allá de esa cuestión, que es importante por el avance de la inflación, sobre todo en alimentos, el impacto de la asignación por hijo es notable en algunas provincias. En Catamarca, por ejemplo, el subsidio llega a más de la mitad de los niños y adolescentes. Exactamente, al 56,6 por ciento. El ingreso de ese dinero pone en marcha una rueda virtuosa de crecimiento del consumo, el empleo y la actividad económica, que seguramente quedará reflejada en distintos indicadores económicos más adelante. La incidencia de la asignación por hijo es alta en la mayoría de las jurisdicciones del norte. En Formosa la ayuda cubre al 38,3 por ciento de los menores, mientras que en Chaco alcanza al 37,0 por ciento, en Santiago del Estero, al 36,7; en Salta, al 34,3; en Jujuy, al 32,5, y en Tucumán, al 32,0.
En el otro extremo se ubican las patagónicas: en Santa Cruz recibe la asignación sólo el 14,6 por ciento de los niños de la provincia. En Tierra del Fuego es el 14,9 por ciento, en Chubut, el 18,1; en Neuquén, el 21,7, y en Río Negro, el 24,4 por ciento. Un nivel similar se registra en la Ciudad de Buenos Aires, con el 18,1 por ciento de los chicos del distrito (103 mil). En tanto, en la provincia de Buenos Aires es el 25,3 por ciento (1,1 millón), mientras que en Córdoba representa el 28,9 por ciento (281 mil) y en Santa Fe, el 29,4 (280 mil). En el resto de las provincias la cobertura oscila entre el 25 y el 30 por ciento de los menores.
La Anses distribuyó en febrero 491,2 millones de pesos en la asignación por hijo. La transferencia de esos recursos del Estado a más de 1,7 de millón de familias produjo un marcado crecimiento en el consumo de bienes de la canasta básica. De acuerdo con sondeos realizados por el organismo que comanda Diego Bossio, quienes reciben el subsidio destinan entre el 90 y el 95 por ciento del dinero a la compra de alimentos. Este comportamiento ya había sido registrado por la provincia de Buenos Aires cuando implementó su propia asignación a la niñez: 100 pesos por mes para los chicos de hasta seis años de los partidos más pobres del Conurbano. El ex ministro de Desarrollo Social de la provincia Daniel Arroyo comentó a este diario que un estudio realizado por esa cartera constató que los fondos se usaron mayormente para la alimentación de la familia. El consumo de carne fue lo que más creció, seguido por verduras, lácteos, galletitas dulces y yerba, en ese orden. “Lo primero que notamos es que el aporte mejoró la nutrición de la familia”, destacó Arroyo. (...)
Por David Cufré
La asignación por hijo logró reducir a la mitad la indigencia entre los menores de 18años. A cuatro meses de la implementación del programa, un informe de la Anses al que accedió Página/12 destaca que la indigencia por ingresos bajó de 6,6 a 3,4 por ciento gracias a los 180 pesos por mes por hijo que cobran los beneficiarios. Se trata de una estimación en base a la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre de 2009, que es la última disponible. La cifra coincide con otros estudios del sector privado que proyectaban una caída de esa magnitud. La pobreza, a su vez, disminuyó 4,4 puntos, de 23,3 a 18,9 por ciento entre los niños y adolescentes. Otro dato significativo que manejan en el organismo de la seguridad social es que el 95 por ciento del subsidio es utilizado para la compra de alimentos. Una experiencia previa en la provincia de Buenos Aires demostró que carnes, verduras, lácteos, galletitas y yerba mate encabezan la lista.
La asignación por hijo arrancó en noviembre. Desde entonces y hasta febrero inclusive la Anses de-sembolsó 1629,9 millones de pesos entre los beneficiarios. En la actualidad son 3.384.546 chicos, que forman parte de 1.732.530 familias. En promedio, cada una de ellas recibió 284 pesos por mes, a razón de casi dos hijos por hogar. Esos ingresos son los que lograron una fuerte reducción de la pobreza y la indigencia entre los menores de 18 años.
La estimación está hecha en base a la EPH del segundo trimestre de 2009. De aquel momento a la actualidad hubo un aumento del 13,3 por ciento de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que se utiliza para establecer la línea de indigencia, y del 14,5 en la Canasta Básica Total, que fija la línea de pobreza. Eso podría acotar la mejora en esos rubros provocada por la asignación por hijo, pero todavía no se conoce cómo evolucionaron los ingresos de los inscriptos en el plan como para llegar a un resultado exacto.
Para que el poder de compra no caiga es fundamental que la asignación por hijo tenga algún esquema de movilidad. De acuerdo con las expresiones de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando se lanzó el programa, el subsidio a la niñez aumentará en el mismo porcentaje que suban las asignaciones familiares de los trabajadores en relación de dependencia. Sin embargo, eso no está puntualizado en el decreto de necesidad y urgencia que estableció el régimen.
Más allá de esa cuestión, que es importante por el avance de la inflación, sobre todo en alimentos, el impacto de la asignación por hijo es notable en algunas provincias. En Catamarca, por ejemplo, el subsidio llega a más de la mitad de los niños y adolescentes. Exactamente, al 56,6 por ciento. El ingreso de ese dinero pone en marcha una rueda virtuosa de crecimiento del consumo, el empleo y la actividad económica, que seguramente quedará reflejada en distintos indicadores económicos más adelante. La incidencia de la asignación por hijo es alta en la mayoría de las jurisdicciones del norte. En Formosa la ayuda cubre al 38,3 por ciento de los menores, mientras que en Chaco alcanza al 37,0 por ciento, en Santiago del Estero, al 36,7; en Salta, al 34,3; en Jujuy, al 32,5, y en Tucumán, al 32,0.
En el otro extremo se ubican las patagónicas: en Santa Cruz recibe la asignación sólo el 14,6 por ciento de los niños de la provincia. En Tierra del Fuego es el 14,9 por ciento, en Chubut, el 18,1; en Neuquén, el 21,7, y en Río Negro, el 24,4 por ciento. Un nivel similar se registra en la Ciudad de Buenos Aires, con el 18,1 por ciento de los chicos del distrito (103 mil). En tanto, en la provincia de Buenos Aires es el 25,3 por ciento (1,1 millón), mientras que en Córdoba representa el 28,9 por ciento (281 mil) y en Santa Fe, el 29,4 (280 mil). En el resto de las provincias la cobertura oscila entre el 25 y el 30 por ciento de los menores.
La Anses distribuyó en febrero 491,2 millones de pesos en la asignación por hijo. La transferencia de esos recursos del Estado a más de 1,7 de millón de familias produjo un marcado crecimiento en el consumo de bienes de la canasta básica. De acuerdo con sondeos realizados por el organismo que comanda Diego Bossio, quienes reciben el subsidio destinan entre el 90 y el 95 por ciento del dinero a la compra de alimentos. Este comportamiento ya había sido registrado por la provincia de Buenos Aires cuando implementó su propia asignación a la niñez: 100 pesos por mes para los chicos de hasta seis años de los partidos más pobres del Conurbano. El ex ministro de Desarrollo Social de la provincia Daniel Arroyo comentó a este diario que un estudio realizado por esa cartera constató que los fondos se usaron mayormente para la alimentación de la familia. El consumo de carne fue lo que más creció, seguido por verduras, lácteos, galletitas dulces y yerba, en ese orden. “Lo primero que notamos es que el aporte mejoró la nutrición de la familia”, destacó Arroyo. (...)
jueves, 11 de marzo de 2010
Capacitación sobre economía social en Chaco
Daniel Arroyo brindará una jornada de capacitación sobre economía social en la Escuela de Gobierno de la Provincia de Chaco los días 15 y 16 de marzo para consolidar la formación teórica y práctica de los agentes y funcionarios y fortalecer la instrumentación de políticas sociales. Especialista en desarrollo local y economía solidaria, Daniel Arroyo fue viceministro de Desarrollo Social de la Nación y ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires.
La actividad se realizará con el objeto de generar un espacio de formación y capacitación destinado a profundizar las políticas sociales tendientes a erradicar de raíz el asistencialismo que durante años ocupó el primer lugar en las carteras de desarrollo social. Participarán todos los representantes de las Unidades de Desarrollo Territorial (UDT) ya que sólo esos referentes saben con certeza cuál es la realidad de cada una de sus localidades.
Para solicitar informes, los interesados deberán acudir a la Subsecretaría de Desarrollo y Economía Social del Gobierno de la Provincia de Chaco, ubicada en Arturo Illia 845 (Resistencia).
O a los teléfonos (03722) 453226, 452986, 453721, interno 108.
La actividad se realizará con el objeto de generar un espacio de formación y capacitación destinado a profundizar las políticas sociales tendientes a erradicar de raíz el asistencialismo que durante años ocupó el primer lugar en las carteras de desarrollo social. Participarán todos los representantes de las Unidades de Desarrollo Territorial (UDT) ya que sólo esos referentes saben con certeza cuál es la realidad de cada una de sus localidades.
Para solicitar informes, los interesados deberán acudir a la Subsecretaría de Desarrollo y Economía Social del Gobierno de la Provincia de Chaco, ubicada en Arturo Illia 845 (Resistencia).
O a los teléfonos (03722) 453226, 452986, 453721, interno 108.
lunes, 8 de marzo de 2010
El clientelismo se supera con información
(Nota publicada en el diario Crítica, el domingo 7 de marzo de 2010)
La problemática social en la Argentina hoy pasa por cuatro ejes centrales: el 10% de personas que no cubren las necesidades mínimas nutricionales, de servicios básicos o de vivienda; el 40% del sector informal de la economía; los altos niveles de desigualdad; y los 900 mil jóvenes que no estudian ni trabajan.
La conformación de cooperativas a través del Plan Argentina Trabaja apunta a crear fuentes de empleo donde no las hay. Las prácticas clientelares surgen cuando las personas desean anotarse en el plan y no quedan claros cuáles son los instrumentos de ingreso. El clientelismo se supera con información clara y la generación de políticas universales, como la asignación por hijo.
Es necesario encarar un conjunto de políticas públicas que, al menos, contengan cuatro aspectos: a) Un programa progresivo de universalización de las asignaciones familiares (que ya ha comenzado a ponerse en marcha en diciembre de 2009) que extienda el salario familiar a los 5 millones de niños y jóvenes que hoy no acceden porque sus padres no están en el trabajo formal; b) Una reforma que revise los objetivos de la escuela secundaria y el nivel terciario y los ponga en línea con los sectores productivos estratégicos; c) La masificación de los sistemas de microcréditos, para que lleguen a los casi cuatro millones de cuentapropistas que tienen tecnología atrasada e interactúan mal con el mercado; d) Un “plan Marshall” con apoyo económico para rescatar a los jóvenes que no estudian ni trabajan y tienen dificultades de adicciones y hacinamiento. La clave aquí es generar una red de tutores creíbles para los jóvenes.
La problemática del Conurbano bonaerense excede las capacidades de los Municipios y del Estado Provincial. Se trata de un problema de índole nacional: once millones de personas se concentran en menos del 1% del espacio físico total del país generando tensiones de las más diversas. Sin duda, es un territorio que requiere una escala muy amplia de recursos, que debe salir de un nuevo esquema de coparticipación federal o de la puesta en marcha de un fondo específico para este territorio.
La problemática social en la Argentina hoy pasa por cuatro ejes centrales: el 10% de personas que no cubren las necesidades mínimas nutricionales, de servicios básicos o de vivienda; el 40% del sector informal de la economía; los altos niveles de desigualdad; y los 900 mil jóvenes que no estudian ni trabajan.
La conformación de cooperativas a través del Plan Argentina Trabaja apunta a crear fuentes de empleo donde no las hay. Las prácticas clientelares surgen cuando las personas desean anotarse en el plan y no quedan claros cuáles son los instrumentos de ingreso. El clientelismo se supera con información clara y la generación de políticas universales, como la asignación por hijo.
Es necesario encarar un conjunto de políticas públicas que, al menos, contengan cuatro aspectos: a) Un programa progresivo de universalización de las asignaciones familiares (que ya ha comenzado a ponerse en marcha en diciembre de 2009) que extienda el salario familiar a los 5 millones de niños y jóvenes que hoy no acceden porque sus padres no están en el trabajo formal; b) Una reforma que revise los objetivos de la escuela secundaria y el nivel terciario y los ponga en línea con los sectores productivos estratégicos; c) La masificación de los sistemas de microcréditos, para que lleguen a los casi cuatro millones de cuentapropistas que tienen tecnología atrasada e interactúan mal con el mercado; d) Un “plan Marshall” con apoyo económico para rescatar a los jóvenes que no estudian ni trabajan y tienen dificultades de adicciones y hacinamiento. La clave aquí es generar una red de tutores creíbles para los jóvenes.
La problemática del Conurbano bonaerense excede las capacidades de los Municipios y del Estado Provincial. Se trata de un problema de índole nacional: once millones de personas se concentran en menos del 1% del espacio físico total del país generando tensiones de las más diversas. Sin duda, es un territorio que requiere una escala muy amplia de recursos, que debe salir de un nuevo esquema de coparticipación federal o de la puesta en marcha de un fondo específico para este territorio.
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