(Nota publicada en el diario El Cronista, 29 de abril de 2011)
El desafío para lograr una transformación social en los próximos años es articular el sector público con el privado. Daniel Arroyo, consultor del Banco Mundial y ex viceministro de Desarrollo Social de la Nación, explicó cuál es el camino para lograrlo y qué peligros acechan.
Si se trata de explicar la compleja relación entre el sector público y el privado en la Argentina, pocas personas son tan idóneas para hacerlo como Daniel Arroyo. Académico, consultor del Banco Mundial y de Unicef, ex-viceministro de Desarrollo Social de la Nación y actual director del programa Provincia Microempresas del grupo BAPRO, Arroyo es un referente en políticas públicas.
Como uno de los platos principales del 5to. foro de RSE, el también ex-ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, expuso su visión sobre los nuevos problemas sociales que aquejan al país y planteó el gran desafío para lo que viene: desarrollar ideas y soluciones desde una acción articulada entre el Estado, las empresas y las organizaciones del tercer sector.
“Si tomamos una foto de la situación social argentina hoy, se pueden identificar cinco problemas centrales: la pobreza estructural, la informalidad económica, la desigualdad, los jóvenes que no estudian ni trabajan y las temáticas de salud”, enumeró Arroyo. Y agregó: “Casi todos son problemas que surgieron en los últimos 15 años, por lo tanto, requieren de nuevas soluciones: el gran desafío es articular lo público con lo privado. Los problemas sociales en la Argentina y en América latina son problemas de mayorías, entonces, requieren soluciones masivas y amplias”.
Frente a un auditorio colmado por referentes locales en RSE, Arroyo evaluó la evolución del sector en la Argentina. “Desde 2007, comenzó una etapa programática, donde claramente la RSE gira en torno a la promoción: el grueso de los recursos están orientados a becas, actividades educativas y productivas, a microcréditos y a la capacitación laboral”. Al respecto, aportó un dato que refleja la mayor presencia de las empresas en asuntos sociales: en 2010 hubo 20.000 chicos en edad escolar becados por el sector privado. “Si los comparamos con las 350.000 becas que otorga el Estado, vemos que, por primera vez, las empresas empiezan a tener un impacto sobre la problemática de la educación”, sostuvo.
Desafíos sustentables
Arroyo se preguntó cuál es el desafío en cuanto a la sustentabilidad e identificó tres grandes temas. Comenzó por lo que llamó “el desequilibrio territorial de la sociedad”, ya que en Buenos Aires, en el 1% del territorio nacional, viven 14 millones de personas. “Con lo cual, un primer desafío es crear una gran red de servicios de salud y educación para ser un país sustentable territorialmente”, dijo.
Un segundo punto, según Arroyo, es la incidencia de la sociedad civil. “El Ministerio de Desarrollo Social de La Nación tenía $ 1.500 millones de presupuesto en el año 2003 y este año tiene $ 18.000 millones. Un rol central de las empresas será fortalecer las 80.000 organizaciones sociales que forman la sociedad civil y generar condiciones para aumentar su capacidad de gestión”, remarcó.
Por último, se refirió “al más complejo de los problemas”, el de las ideas y la metodología. “La Argentina tiene nuevos problemas sociales, pero en un contexto económico claramente favorable. Esto nos obliga a desarrollar nuevas ideas y soluciones”, sentenció el experto. M.T
Si se trata de explicar la compleja relación entre el sector público y el privado en la Argentina, pocas personas son tan idóneas para hacerlo como Daniel Arroyo. Académico, consultor del Banco Mundial y de Unicef, ex-viceministro de Desarrollo Social de la Nación y actual director del programa Provincia Microempresas del grupo BAPRO, Arroyo es un referente en políticas públicas.
Como uno de los platos principales del 5to. foro de RSE, el también ex-ministro de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires, expuso su visión sobre los nuevos problemas sociales que aquejan al país y planteó el gran desafío para lo que viene: desarrollar ideas y soluciones desde una acción articulada entre el Estado, las empresas y las organizaciones del tercer sector.
“Si tomamos una foto de la situación social argentina hoy, se pueden identificar cinco problemas centrales: la pobreza estructural, la informalidad económica, la desigualdad, los jóvenes que no estudian ni trabajan y las temáticas de salud”, enumeró Arroyo. Y agregó: “Casi todos son problemas que surgieron en los últimos 15 años, por lo tanto, requieren de nuevas soluciones: el gran desafío es articular lo público con lo privado. Los problemas sociales en la Argentina y en América latina son problemas de mayorías, entonces, requieren soluciones masivas y amplias”.
Frente a un auditorio colmado por referentes locales en RSE, Arroyo evaluó la evolución del sector en la Argentina. “Desde 2007, comenzó una etapa programática, donde claramente la RSE gira en torno a la promoción: el grueso de los recursos están orientados a becas, actividades educativas y productivas, a microcréditos y a la capacitación laboral”. Al respecto, aportó un dato que refleja la mayor presencia de las empresas en asuntos sociales: en 2010 hubo 20.000 chicos en edad escolar becados por el sector privado. “Si los comparamos con las 350.000 becas que otorga el Estado, vemos que, por primera vez, las empresas empiezan a tener un impacto sobre la problemática de la educación”, sostuvo.
Desafíos sustentables
Arroyo se preguntó cuál es el desafío en cuanto a la sustentabilidad e identificó tres grandes temas. Comenzó por lo que llamó “el desequilibrio territorial de la sociedad”, ya que en Buenos Aires, en el 1% del territorio nacional, viven 14 millones de personas. “Con lo cual, un primer desafío es crear una gran red de servicios de salud y educación para ser un país sustentable territorialmente”, dijo.
Un segundo punto, según Arroyo, es la incidencia de la sociedad civil. “El Ministerio de Desarrollo Social de La Nación tenía $ 1.500 millones de presupuesto en el año 2003 y este año tiene $ 18.000 millones. Un rol central de las empresas será fortalecer las 80.000 organizaciones sociales que forman la sociedad civil y generar condiciones para aumentar su capacidad de gestión”, remarcó.
Por último, se refirió “al más complejo de los problemas”, el de las ideas y la metodología. “La Argentina tiene nuevos problemas sociales, pero en un contexto económico claramente favorable. Esto nos obliga a desarrollar nuevas ideas y soluciones”, sentenció el experto. M.T